Con atenuante por esquizofrenia paranoide
Los cinco hombres y las cuatro mujeres del tribunal ciudadano han considerado, por unanimidad, al acusado del crimen de Velle (Ourense) culpable de un delito consumado de asesinato y de un delito de tentativa de asesinato. Menos de doce horas es el tiempo que ha tardado en deliberar el jurado popular encargado de determinar el veredicto.

Así lo ha trasladado la portavoz del tribunal exponiendo un veredicto de culpabilidad que recoge la tesis que defendía la Fiscalía, que pedía 24 años de cárcel y que acepta el padecimiento mental del acusado, una esquizofrenia paranoide, como atenuante, aunque "sabía lo que hacía".

Tras el veredicto, la representante del Ministerio Público ha mantenido su petición con una única modificación al alza: mantiene los 17 años de prisión solicitados por el asesinato y sube medio año, de 7 a 7 años y 6 meses, la tentativa de asesinato que sufrió el único superviviente del crimen del 19 de febrero de 2021.

El veredicto considera probado de forma unánime que el acusado salió de su vivienda con la intención de acabar con la vida de su primo y de su pareja aquella noche, motivo por el que cogió un cuchillo en su casa y le dijo a su madre que iba a matar conejos, cerrando tras de sí la puerta.

Al llegar a la casa donde residía su primo y su novia gritó "abre, abre", y cuando el familiar abrió la puerta se abalanzó sobre él diciendo "os voy a matar" y le empezó a clavar el cuchillo repetidamente por diversas partes del cuerpo.

En ese momento, apareció la joven que imploró al acusado que parase la agresión porque "ya está muerto". "Lejos de cesar su actitud arremete contra ella asentándole dos cuchilladas profundas en cuello y tórax, para continuar propinándole múltiples cortes por todo el cuerpo que le provocaron una hemorragia aguda grave y la muerte", dicta el objeto de veredicto declarado probado. Asimismo, consideran que ella se hallaba indefensa ante la agresión.

También en el veredicto ven probado que tras el crimen el acusado se deshizo del cuchillo tirándolo en una finca próxima antes de volver a su residencia, un galpón-vivienda en una finca aledaña. Desactivó la alarma, contestando la llamada de la central de seguridad y proporcionando correctamente la clave y se excusó ante su madre antes de quitarse la ropa ensangrentada y meterse en cama.

Mientras todo ello pasaba, Álvaro, herido, conseguía arrastrarse hasta el teléfono y llamar a su padre diciendo que su primo los había acuchillado, y, por si no sobreviviese, escribió con su propia sangre, en el suelo, el nombre del acusado.

Todo el relato ha sido probado por unanimidad por el jurado popular que para ello se ha basado en la declaración del propio superviviente, que ha resultado clave y también en que todo se produjese de "madrugada" y la "rapidez" de los hechos.

"SABÍA LO QUE HACÍA"
Para el jurado popular el acusado "sabía lo que hacía, así como las consecuencias de sus actos" pese a su esquizofrenia paranoide. Una conclusión a la que llegan "por la declaración de los forenses", que así lo trasladaron en sala durante la vista oral. Con todo, el jurado ve probado que el día de los hechos, a causa de este padecimiento mental, "tenía limitada levemente su capacidad de entender y actuar".

Lo que descarta el tribunal es el ensañamiento, una tesis que mantenían las acusaciones particulares; tanto la que representa a la familia de la fallecida como al superviviente. Los jurados no ven probado este extremo por mayoría de ocho votos de un total de nueve basándose en los dictámenes del forense.

No han apoyado la concesión de un indulto en caso de que se solicitase y tampoco el beneficio de suspensión de la ejecución de la pena si concurrieran los requisitos legales para ello.

Así las cosas, tras la lectura del veredicto y una vez que la Fiscalía ha aumentado los seis meses de prisión, las dos acusaciones particulares han mantenido sus respectivas peticiones. El abogado que representa la familia de la joven asesinada solicita 20 años de prisión por el crimen, así como otros diez años, con posterioridad, de libertad vigilada y alejamiento. Mientras que la letrada del superviviente pide 15 años por la tentativa de asesinato.

La defensa ha pedido los grados mínimos de pena para los dos asesinatos, atendiendo al atenuante por padecimiento mental. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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