Pintada en Paiporta (Valencia) en la que se dá las gracias a los voluntarios que han ayudado a las labores de reconstrucción tras la DANA.

El trauma provocado por desastres naturales puede extenderse en el tiempo. Según la Confederación de Salud Mental de España, los síntomas del TEPT (trastorno por estrés postraumático) pueden manifestarse hasta seis meses después del evento, a través de recuerdos recurrentes, evitación de pensamientos dolorosos y una sensación constante de peligro.

 

La pérdida de una vivienda o de medios de subsistencia prolonga el estado de vulnerabilidad, complicando la recuperación emocional. La Dra. Marina Alba, psicóloga y colaboradora de Cigna Healthcare España, destacó: "Los efectos psicológicos no desaparecen con el tiempo. Es fundamental que los afectados reciban apoyo profesional para superar el trauma y aprender a adaptarse a su nueva realidad".

 

Consejos para manejar el estrés emocional

Cigna Healthcare ofrece recomendaciones clave para enfrentar las secuelas psicológicas tras un desastre natural:

  1. Retomar rutinas cotidianas: Reconstruir la rutina diaria contribuye a recuperar un sentido de normalidad. Ajustar actividades como trabajar o estudiar puede estabilizar emocionalmente.
  2. Controlar la exposición a noticias: Reducir el consumo excesivo de información sobre el desastre ayuda a disminuir el miedo y prevenir el estrés acumulado.
  3. Fomentar momentos de calma: Prácticas como la respiración profunda y dividir los problemas en pasos más simples pueden aliviar la ansiedad.
  4. Construir redes de apoyo: Hablar con familiares, amigos o grupos de ayuda facilita procesar emociones. Buscar apoyo profesional es crucial si los sentimientos se vuelven abrumadores.
  5. Manejar la ecoansiedad: Informarse de manera equilibrada y participar en iniciativas sostenibles pueden mitigar la angustia vinculada al cambio climático.

 

La ecoansiedad, un problema creciente

Además de los efectos personales, los desastres naturales intensifican la ecoansiedad, una sensación de angustia relacionada con los problemas medioambientales y su impacto futuro. Este fenómeno, cada vez más común, refleja la preocupación global por el cambio climático y la percepción de impotencia ante su magnitud.

 

Priorizar la salud mental

Expertos coinciden en que el impacto emocional de los desastres naturales debe ser parte integral de la recuperación. Más allá de la reconstrucción física, es esencial garantizar el bienestar psicológico de los afectados para ayudarles a adaptarse y evitar daños a largo plazo.

 

"La recuperación no es solo reconstruir casas, sino también vidas", concluyó la Dra. Alba, resaltando la importancia de la atención psicológica continua en situaciones de emergencia.

POWERED BY BIGPRESS