Pablo Martínez | Foto: UD Levante

 

En medio del parón de selecciones de noviembre, la actualidad de los equipos pasa por poner a punto a las plantillas y comenzar a evaluar todas las carencias que pueden subsanarse en el mercado de enero cuando resta un mes y medio para su apertura. Con un tercio del campeonato doméstico disputado, en A Sede están realizando una lectura de cómo mejorar a un equipo que está rindiendo a buen nivel y que, como mucho, podría necesitar algunos retoques. Sin embargo, en la dirección deportiva del Celta de Vigo no preocupa tanto los que están como los que ya se fueron y no disponen de oportunidades, como es el caso de Carlos Dotor.

 

EL CASO DOTOR

Procedente del Real Madrid Castilla, el centrocampista prometía ser un diamante que terminaría de pulirse en Vigo después de buenos años en La Fábrica. Sin embargo, y pese a la confianza depositada en él, Dotor no terminó de rendir al nivel esperado en la pasada campaña lastrado, en parte, por una lesión que lo dejó casi toda la segunda vuelta en el dique seco. 

 

Ni con Rafa Benítez ni con Claudio Giráldez logró ser protagonista y en verano el técnico de O Porriño consideró que lo mejor sería una cesión para que ganase experiencia y confianza. En estas apareció un proyecto ambicioso como el del Real Oviedo, que contrató sus servicios para apuntalar su centro del campo con este futbolista de 23 años que, una vez más, se ha visto relegado a un segundo plano.

 

Dotor apenas ha disputado 190 minutos en lo que va de liga y solo ha participado en seis duelos. Con estas cifras, y con solo once minutos en las últimas ocho jornadas, en Balaídos están inquietos por su situación, ya que esperaban que relanzase su carrera y, con suerte, recuperar parte de la inversión realizada si no terminaba de asentarse en el club celeste. Ahora valoran la posibilidad de repatriarlo y buscarle hueco en otro equipo en Segunda donde disponga de más oportunidades que en el Tartiere, donde hoy parece que no tiene sitio. 

 

UN BUEN COMPLEMENTO

El segundo nombre propio en la agenda del Celta es Pablo Martínez. Marco Garcés tiene entre ceja y ceja echar sus redes sobre el centrocampista del Levante, que podría dar el salto a Primera División después de un verano en el que varios equipos se interesaron por su situación después de marcar seis goles y repartir cinco asistencias el curso pasado.

 

Esta campaña está siendo de los más destacados en el conjunto levantinista, con dos goles y un pase de gol en diez duelos. El capitán del Levante podría aterrizar en la ría de Vigo si el Celta convence a su club con una cifra que podría rondar los dos millones, cerca de su valor de mercado para un futbolista que acaba contrato en junio de 2026. 

 

El pivote vendría a complementar una demarcación donde solo Fran Beltrán o Ilaix parecen poder desempeñarse con soltura, toda vez que Jailson ha sido reconvertido a central o que Damián Rodríguez y Hugo Sotelo necesitan de algo más de rodaje en Primera. otros, como Cervi y Luca de la Torre, están más fuera que dentro de los planes de la dirección olívica. 

 

POWERED BY BIGPRESS