"Se le ve no hacer nada", incide para reclamar su inocencia y "sino fusílenlo", afirma ante el Tribunal del Jurado

La defensa de Alejandro M.R. ha manifestado, en la última sesión del juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña, que no hay "ni una sola prueba" de que su cliente participase en la agresión mortal a Samuel Luiz. "Se le ve no hacer nada", ha insistido en alusión al contenido de las cámaras de la zona, exhibidas en la vista.

"Correr no es delito, no es una acción que colabore en la muerte de Samuel, ni llamar ni que te llamen", ha señalado sobre su defendido -- uno de los cinco acusados por la paliza mortal y que está en libertad, pero con obligación de comparecencias en el juzgado -- respecto a su actuación en el paseo marítimo y el posterior cruce de llamadas entre este y otros procesados. "Es indecente que este tipo esté aquí sentado", al recalcar, a su juicio, ausencia de pruebas.

"Ni un solo acusado lo señala, ni un solo testigo", ha apostillado para incidir en que no lo hacen ni la amiga de Samuel Luiz que estaba esa noche con él ni los dos senegaleses que trataron de auxiliarle.

"No solo pegar, ni golpear, intentar evitar que otros auxiliasen o evitar que pudiese salir corriendo", ha incidido para, con el objetivo de rebatir los argumentos de la fiscal respecto a la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre las actuaciones en grupo, que "la única forma de no ser responsable es ser un mero espectador".

"Caminar o correr por un paseo marítimo o mirar sin hacer nada no es un delito, sino las 50 y pico personas que estaban allí tendrían que estar aquí", ha apuntado sobre otras que estuvieron en la zona en la madrugada del 3 de julio de 2021. Algunas testificaron y admitieron que no hicieron nada, en algunos casos por "miedo".

El letrado ha incidido en que su cliente "se acercó a ver lo que sucede" cuando Diego M.M. está agrediendo, según acusaciones, a Samuel y que "el tumulto lo expulsa hacia fuera". "Se le ve correr, entrar en el tumulto y sale empujado", ha expuesto al hacer alusión a lo que se ve en las imágenes grabadas ese día.

"A uno se le condena por lo que hace", ha apostillado al incidir en que su cliente "no hizo nada y se separó del grupo". "Todos huyen y él vuelve al lugar", ha señalado también para cuestionar que un implicado haga eso. Lo hizo, expuso, cuando va hacia el paseo marítimo a por una amiga con coma etílico y a la que acompaña al hospital.

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Todo ello en una exposición de sus conclusiones finales en las que ha recalcado la presunción de inocencia. "La prueba de las declaraciones que trae la fiscal son dos declaraciones de testigos de referencia, de lo que escucharon no lo que vieron", ha insistido, en otra parte, de su intervención.

"No es una manada, aquella manada de Pamplona planificaba por el móvil lo que iban a hacer", ha concretado frente a la comparativa con una "manada de lobos" de la Fiscalía.

"Si tienen pruebas fusílenlo, pero si no absuelvánlo", ha sentenciado ante el Jurado al que ha insistido en que para que se consideren los hechos una "acción de grupo", que todos respondan por "los actos de los otros", tienen que actuar "como si fuesen uno", algo que ha descartado se dé en este caso.

Por todo ello ha solicitado la absolución o, subsidiariamente, delito de lesiones. Para explicar por qué pedía esto, si defiende que su cliente no intervino, lo ha atribuido a la "sensación" de que desde que empezó el juicio está condenado "haga lo que haga" él como abogado. "Si un comentario es una condena, no voy a poder defenderlo de eso", ha aseverado.

Las acusaciones piden para Alejandro M.R. una pena de 22 años de prisión por delito de asesinato con ensañamiento y alevosía o, de forma alternativa de no estimarse, 13 años de cárcel como cómplice de asesinato.

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