El concejal popular Miguel Michinel no acudió al dimitir de su acta tras la decisión de su partido

El Ayuntamiento de Ourense ha celebrado su pleno ordinario del mes de noviembre entre cruces de acusaciones. Tanto socialistas como nacionalistas han afeado al PP haber permitido la aprobación de veinte millones de euros en las modificaciones de crédito impulsadas por el gobierno de Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana) aprobadas hace dos días, en un pleno extraordinario.

"La política no es una profesión para parasitar, es una función pública que tiene principio y fin. El problema que tienen muchos de los aquí sentados es que solo les importa seguir viviendo de esto", ha enunciado la edil del PSOE Alba Iglesias, en esta línea de reproches.

"Señora Araujo, lo de la moción de censura en la Diputación no cuela. Ustedes son los tontos útiles de Jacome, los utiliza como quiere, cuando quiere, y aún por encima, que es lo más triste del asunto, es que se ríe de ustedes" ha profundizado el portavoz del BNG, Luis Seara, haciendo referencia al "juego de tronos" del que acusó el PP hace dos días.

Ha respondido el edil del PP José Araujo, quien se ha dirigido a la bancada socialista para seguir hablando de una presunta moción de censura en la Diputación que negó el pasado miércoles el diputado del BNG Xosé Puga.

"Están cabreadas porque con ustedes no cuentan para la moción de censura en la Diputación, no se la consultaron porque no pinta nada en el proceso. Esa es la parte que deberían saber los vecinos, la Diputación va por libre, aquí hablábamos de cambiar las cosas en el Ayuntamiento de Ourense y darle la alcaldía al Partido Socialista, pero como ustedes son el ejército de Pancho Villa pasan de ustedes olímpicamente y se ponen a negociar a sus espaldas", ha recriminado.

En cuanto al pleno, destacó la ausencia del edil del Partido Popular Miguel Michinel, quien ya no había acudido al pleno extraordinario en el que salieron adelante las modificaciones de crédito. Este mismo viernes ha dimitido de su acta tras el pacto de su partido con Gonzalo Pérez Jácome.

MOCIONES
En las mociones, las mayores discusiones se produjeron en la presentada por el PSOE sobre la restricción horaria en parques públicos y pistas polideportivas. "No tiene informe que avalen, está realizada sin ningún tipo de planificación y sin diálogos, no solo con los grupos políticos sino también con los colectivos vecinales. No existe consenso para esta determinación", ha criticado la portavoz del PSOE, Natalia González.

El alcalde ha defendido la modificación y ha cargado contra los padres que permiten que los hijos jueguen en los parques a esas horas, trasladando que incluso ha avisado a servicios sociales.

"En días laborales a las 12 de la noche niños jugando. El otro día empezó a llover y esas familias metieron a los niños debajo de un árbol en plena lluvia, hay vídeos. Lo que me da pena de todo eso es que esos niños están condenados, con una educación así están condenados en la vida", ha dicho para añadir. Me dan pena, tanto así que hemos notificado a la Xunta de Galicia a los servicios sociales", asegura.

Le ha respondido la edil del BNG Ruth Reza, quien ha manifestado que no es un problema que los niños jueguen o se mojen, sino que hay problemas más graves como que "lleguen a sus casas y no tengan agua caliente para entrar en calor" o siquiera "electricidad".

El horario de estos parques es de octubre a mayo de 8.00 a 22.00 y de junio a septiembre de 08.00 a 23.00.

Paralelamente, la Junta de Gobierno local ha aprobado los trámites necesarios para la continuación del proceso selectivo de estabilización de empleo, de acuerdo con los criterios de selección de personal que estaban acordados previamente con los sindicatos. Trasladan que a principios de la próxima semana se publicarán en diarios oficiales la oferta de empleo y las bases, lo que permitirá la inmediata apertura del plazo de presentación de solicitudes.

El acuerdo con el alcalde para aprobar el plan de estabilización, tal como estaba, y publicarlo en los boletines oficiales fue el argumento esgrimido por el Partido Popular para cambiar su voto en el último pleno extraordinario, de una negativa a una abstención, con la que permitieron la aprobación de los 20 millones de euros en modificaciones de crédito.

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