La vida llevó a Ian Mackay a despedirse de su casa en 2024. El veterano guardameta era una de las almas de un Deportivo de La Coruña que vivía un mal momento y que, en parte, responsabilizó al portero de esa racha negativa, que para algunos comenzó en una tarde aciaga en Castellón, fecha en la que Mackay falló justo cuando no se podía fallar. De nada valieron sus récords de imbatibilidad ni su condición de canterano cuando sus errores en el playoff de ascenso costaron a su Dépor otro año en la división de bronce. Desde entonces fue mirado con recelo, hasta el punto de tener que abandonar la nave blanquiazul, rumbo a Elda, donde ingresó en las filas del Eldense.
DE MENOS A MÁS
Es en el equipo alicantino donde Mackay, que en julio cumplió 38 años, está apurando sus últimos años bajo los palos, paradójicamente en esa Segunda que parecía resistirsele siendo portero del club de su vida. Curtido en mil batallas, llegó al Pepico Amat a aportar toda su experiencia, terminando por hacerse dueño de la portería a final de temporada. Sus paradas fueron capitales para lograr la permanencia, un hito para un recién ascendido que no saboreaba la Segunda División desde los años 60.
Este año la historia se repitió, ya que si bien comenzó siendo suplente pronto se hizo con la titularidad. Desde la Jornada 4, en el triunfo contra el Almería por 1-0, Mackay solo ha descansado dos veces, contra el Castellón -su besti negra-, donde el Eldense perdió por 2-3, y en Copa del Rey, ante un equipo de Segunda RFEF.
No obstante, solo dos victorias contemplan el expediente de Mackay este curso, con una única portería imbatida. Dos empates, uno de ellos contra su Deportivo en Riazor, y seis derrotas, completan la hoja de servicio del coruñés, que tiene el difícil reto, de nuevo, de mantener a su nuevo equipo en Segunda. Pese a las derrotas, es uno de los mejor valorados de la plantilla y ha demostrado estar a la altura de las expectativas, ahorrando a los suyos más de una goleada con sus intervenciones.
Su vinculación termina el próximo mes de julio, aunque al ser uno de los líderes del vestuario podría seguir otro año más si el nivel es el adecuado y siempre que se logre el objetivo. Peleará con el Deportivo de La Coruña y el Racing de Ferrol, donde también fue leyenda, por no caer a la zona baja. Ian Mackay está ante su gran revancha antes de colgar los guantes.