La situación política en Catalunya hace pensar, a simple vista, que el independentismo tiene problemas. Y esta afirmación es una realidad, ya que han perdido la Generalitat y peso en el Parlament, además del lío interno que hay en Esquerra Republicana y la vuelta de Carles Puigdemont al frente de Junts, que se escenificará en el Congreso que la formación postconvergent empieza este viernes 25 de octubre en Calella.
Sin embargo, hay más partidos en una situación que dista mucho de ser idílica. Una concejala de Vox en Cunit anunció recientemente su salida del partido, señalando que “ha sido una decisión difícil, pero inevitable ante el rumbo que ha tomado la formación en los últimos meses”. Con su partida, según publica Vozpópuli citando fuentes de Vox en Catalunya, ya son 5 los concejales de la provincia de Girona que han pasado a ser no adscritos, representando un 30% de los 17 concejales que Vox consiguió en las elecciones municipales de mayo de 2023. Esta pérdida de cargos en una región ya complicada supone un gran reto para Santiago Abascal.
En las pasadas elecciones municipales, Vox obtuvo en Catalunya 124 concejales, sumando unos 150.000 votos, equivalentes al 5,01%. Por provincias, logró 82 concejales en Barcelona, 23 en Tarragona, 17 en Gerona y solo dos en Lérida. Sin embargo, en las autonómicas de mayo de 2023, alcanzó el 7,96% de los votos, manteniendo los 11 escaños liderados por Ignacio Garriga en el Parlament, aunque sin conseguir superar al PP, que obtuvo 15 escaños.
Durante esa campaña en Catalunya, surgieron presuntas irregularidades vinculadas a la gestión de Garriga en el grupo parlamentario, una denuncia que Isabel Lázaro, diputada de Vox en la legislatura anterior, reveló y que Antifraude investiga actualmente. Según Lázaro, en 2021 y 2022 el grupo habría presentado facturas a nombre de Garriga que incluían gastos diversos, como servicios de tintorería, pedidos de comida, y compras en supermercados y heladerías, sumando 14.316 euros en 2021 y 38.085 euros en 2022. Aunque algunos partidos justificaron estos gastos como "normales" en el contexto parlamentario, Lázaro está ultimando una denuncia formal contra Garriga, por considerar que presuntamente se han cometido "delitos muy graves".
En abril, cuando estalló el caso, Vox advirtió que tomaría las “acciones oportunas” contra las “calumnias y acusaciones infundadas” de Lázaro, que atribuyeron a “venganzas personales” tras su destitución como presidenta provincial de Tarragona.
Según Vox Catalunya, Lázaro nunca manifestó desavenencias con la contabilidad del grupo mientras ocupó su cargo. Sin embargo, Lázaro habría dicho que intentó en vano hablar con Garriga para expresar sus preocupaciones sobre algunos gastos “ajenos a la normativa”. En respuesta, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, defendió a Garriga calificando las acusaciones de "infundadas" y resultado de un "pataleo" tras la exclusión de Lázaro de las listas autonómicas.