La CIG ha denunciado que la residencia de mayores Nuestra Señora de Fátima del Barco de Valdeorras (Ourense) continúa "abierta y funcionando" pese a haber sido sancionada "por maltrato y negligencias". Por su parte, la Xunta alega que, debido a esto, el centro cuenta con un expediente abierto.

Según relata el sindicato en un comunicado, la reciente confirmación judicial de las sanciones impuestas a la residencia "ponen al descubierto una gran crisis en el sistema de protección a las personas mayores en Galicia".

"La decisión de mantener abierta y financiada esta residencia, a pesar de las evidencias de un funcionamiento deficiente y de la vinculación con actividades ilícitas, plantea serios interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades y de las posibles consecuencias legales y políticas", argumentan.

Recuerdan que fue sancionada con una multa de 38.000 euros por "graves irregularidades" entre las que se incluye la falta de alimentación adecuada y la sujeción ilegal de un usuario y que las inspecciones realizadas en 2019 y 2020 "pusieron de manifiesto un cúmulo de deficiencias en el centro, que fueron confirmadas por el Tribunal Superior de Xustiza".

"Con todo, pasados ya cuatro años de las faltas, la Administración autonómica no solo ha mantenido la autorización de la residencia, sino que además sigue financiando varias de sus plazas", apuntan, destacando además que el ex-administrador de la 'Fundación Nuestra Señora de Fátima' denunció públicamente la presunta vinculación de este negocio con el sector del alterne.

Así, ante estos hechos "tan graves", la CIG exige a la Xunta una explicación detallada sobre los motivos por los que permite la continuidad de una residencia "con un historial tan cuestionable".

Solicitan también que se revoque de inmediato la financiación pública a este centro y se realicen nuevas inspecciones para garantizar la seguridad y bienestar de los residentes en el centro.

Consultada por Europa Press, la Consellería de Política Social ha subrayado que la citada residencia es "objeto de inspecciones periódicas por parte de la Xunta".

La última, explican, tuvo lugar el pasado mes de junio. En ella se observaron deficiencias en su funcionamiento por lo que se requirió a la dirección del centro que se corrigieran "de inmediato".

En estos momentos, indican, tiene un expediente abierto que sigue su curso.
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