La Audiencia Provincial de Ourense ha señalado para la próxima semana, a partir del lunes, el juicio contra la mujer acusada de matar y despedazar en 2021 a un hombre catalán al que había invitado a desplazarse a su casa de Cortegada (Ourense) tras conocerlo unas semanas antes por Internet. Fiscalía pide para ella 18 años de prisión.
Será un tribunal de jurado el que enjuiciará a la procesada y deberá pronunciarse, entre otras cosas, sobre si era plenamente consciente de los hechos o si su voluntad estaba afectada en el momento del crimen por sus problemas psiquiátricos.
Los hechos ocurrieron en 2021 y la propia acusada confesó inicialmente haber matado al hombre. La confesión se produjo voluntariamente ante la jueza y la secretaria judicial en la finca de la aldea de Os Rabiños, donde se estaba produciendo un registro después de que el día anterior se encontrase un pie humano. Inicialmente, había contado que solo se había deshecho del cuerpo, tras encontrar al hombre fallecido en su domicilio.
Posteriormente, sin embargo, se acogió a su derecho a no declarar cuando pasó a disposición judicial. Aun así, fue enviada a prisión provisional y sin fianza, donde sigue, y se sentará más de tres años después del crimen en el banquillo de los acusados.
FISCALÍA LO CONSIDERA UN ASESINATO
El Ministerio Público considera los hechos un asesinato y pide para la mujer 18 años de prisión toda vez que tiene en cuenta la atenuante analógica de alteración psíquica. Esta alteración, sin embargo, Fiscalía la ciñe al momento del asesinato, pero no a la manera en la que se deshizo del cadáver.
Según el escrito de acusación, la mujer y el hombre, vecino de Castelldefels, se conocieron a través de una red social de contactos y se intercambiaron sus teléfonos móviles para hablar por Whatsapp a partir del 9 de agosto de 2021.
La procesada invitó al hombre a pasar unos días en su casa y éste cogió un vuelo a Vigo, donde llegó el día 20 de agosto. Ella fue quien lo recogió en el aeropuerto.
Tras convivir solo 3 días, Fiscalía cree que ambos mantuvieron una serie de discusiones los días 23 y 24 de agosto y, como consecuencia, la mujer suministró al hombre una cantidad no determinada de medicación hipnótica y antidepresiva que ella tenía pautada. Esto provocó que la víctima se adormeciese "hasta el punto de la inconsciencia", lo que ella aprovechó para asfixiarlo con un almohadón.
Posteriormente, trasladó el cadáver al jardín, donde realizó una serie de hogueras. En una de ellas arrojó el cadáver y aceleró las llamas con gasolina para fragmentar el cuerpo y quemarlo por separado.
Los restos de la víctima se redujeron "prácticamente a cenizas", salvo los huesos y el pié izquierdo, que enterró en un lateral de la vivienda y que fue el primer indicio hallado.
En el momento de los hechos, el fallecido tenía como familiares próximos a su madre y a su hija, para quien el fiscal pide una indemnización de 70.000 y 65.000 euros, respectivamente.
sábado, 19 de octubre de 2024, 10:29