La Fiscalía se ratifica en su petición de nueve años de cárcel para cada uno de los imputados, que niegan los hechos ante la jueza

El juicio contra tres hombres acusados de agredir, robar a punta de pistola y extorsionar a otro hombre en el municipio lucense de Chantada en 2019, y para quienes la Fiscalía se ha ratificado en su petición de una pena acumulada de prisión de nueve años, ha quedado este lunes visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo.

En la larga vista celebrada, que se ha prolongado durante más de tres horas y tras la que las defensas de los tres imputados han solicitado la libre absolución de sus representados, un total de 15 testigos han prestado declaración ante la jueza.

El primero de ellos ha sido el propio denunciante, que ha comparecido en la sala por videoconferencia desde la prisión en la que cumple condena por otro delito. Durante su intervención, el hombre ha relatado que la madrugada del 19 de enero de 2019 fue abordado en plena calle por cuatro individuos que lo obligaron a subirse en un coche cuando se dirigía de regreso a su domicilio, situado en la localidad lucense de Chantada.

"Me metieron a la fuerza en el coche, me golpearon, me amenazaron con una pistola y ya en mi casa me robaron, me dieron una paliza y me dejaron ahí en el portal", ha sintetizado el denunciante a propósito de la noche de autos ante las preguntas formuladas por el Ministerio Fiscal.

De acuerdo a lo recogido en el escrito de la Fiscalía, los acusados, "puestos de común acuerdo e inspirados por el ánimo de lucro" se apropiaron en el interior de la vivienda de la víctima de su pasaporte, su DNI, un teléfono móvil, tres cadenas doradas y 500 euros en metálico, obligando también al denunciante a telefonear a su madre para solicitarle dinero con el pretexto de encontrarse amenazado de muerte por los presuntos atracadores.

"NADIE LE PUSO UN DEDO ENCIMA"
Tras su declaración, la madre y las dos hermanas del denunciante han comparecido en la sala de vistas ante la magistrada, corroborando su versión de los hechos e identificando en el banquillo de los acusados a al menos uno de los tres supuestos autores, responsable cuando menos, a tenor de sus testimonios, de un delito de amenazas: "Vino un día por el bar a preguntarme por mi hermano. Me dijo que mi hermano le debía dinero y que no lloráramos si lo veíamos aparecer con una pierna rota", ha explicado una de las hermanas de la víctima.

El resto de la prueba testifical se ha centrado en las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación del caso, realizaron el seguimiento de los acusados y ordenaron y practicaron la entrada y registro de sus respectivos domicilios en busca de pruebas.

En una de las viviendas inspeccionadas en el marco de la operación, el domicilio habitual aunque no permanente del principal acusado --cuya entrada y registro la letrada de la defensa se ha obstinado en solicitar que sea declarada nula-- los agentes hallaron el DNI, las cadenas doradas y el teléfono móvil que había sido presuntamente sustraído a la víctima, así como "munición" de arma de fuego.

"Él tenía una deuda conmigo por unas cadenas de oro y me dio el pasaporte y el DNI como garantía de que no iba a abandonar el país sin pagarme, pero nadie le pegó ni le hizo nada, no peleamos. Nos topamos con él por casualidad pero nadie le puso un dedo encima. Él se inventó todo para chantajear a la madre", ha manifestado durante su intervención el principal acusado, quien al igual que el resto de imputados en la causa se ha limitado a responder tan solo en el juicio a las preguntas formuladas por su defensa.

FASE DE CONCLUSIONES
Durante la fase de conclusiones, el representante del Ministerio Fiscal se ha ratificado en su petición de una pena acumulada de nueve años de cárcel para cada uno de los acusados --cinco por el delito de robo con violencia y cuatro por el de extorsión-- sin establecer distinción alguna entre los imputados al entender que la "maniobra coactiva continuada" se llevó a cabo mediante una "actuación conjunta" en la que todos actuaron como "copartícipes" del ilícito.

Las defensas de los acusados han solicitado después, durante su turno de palabra, la libre absolución de sus representados, esgrimiendo como "muy cualificada" la atenuante de dilaciones indebidas de un proceso cuya vista oral ha sido celebrada "cinco años después" de la comisión de los hechos.

También han coincidido en señalar las defensas de los acusados las "contradicciones" existentes, a su juicio, entre las distintas versiones ofrecidas en sede judicial por el denunciante; la ausencia en el parte médico de lesiones de "hematoma alguno" capaz de probar la paliza presuntamente recibida; y la falta, en líneas generales, "de cualquier prueba objetiva" susceptible de incriminar como responsables de los hechos a los imputados.

"La declaración del denunciante es un auténtico despropósito, no es persistente ni constante y ha sido efectuada desde prisión. No hay ninguna prueba, todo está basado en indicios y no se puede vulnerar la presunción de inocencia", ha sentenciado en conclusiones una de las letradas de la defensa.

Además de la pena de prisión solicitada, la Fiscalía ha interesado también la sustitución de las penas privativas de libertad de los acusados por su expulsión del territorio nacional tras cumplir en España la mitad de la condena.

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