Protesta de médicos residentes en Madrid en una foto de archivo

El Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha anunciado que en la próxima convocatoria de plazas para Médicos Internos Residentes (MIR) ofrecerá 657 vacantes, el número más alto registrado hasta la fecha. Sin embargo, visto lo visto este aumento no garantiza que los médicos formados en Galicia se queden a trabajar en el SERGAS.

 

Un médico MIR es un licenciadoen Medicina que se especializa durante un período de residencia en hospitales y centros de salud, bajo la tutela de profesionales con experiencia. Los MIR son la cantera del sistema. Formalmente son médicos, pero no pueden trabajar regularmente sin supervisión hasta terminar su residencia.

Este proceso es esencial para cubrir las necesidades del sistema sanitario, tanto en Galicia como en el resto de España, donde la falta de personal médico se ha vuelto una preocupación acuciante. La escasez de médicos en Galicia y en todo el país responde a varios factores: la migración de jóvenes profesionales a otros países por mejores condiciones laborales tras al acabar el MIR o poco después, el conseguiente envejecimiento de la plantilla tras años de recortes en los que se primaron las horas extras sobre las nuevas contrataciones y, otra consecuencia de aquellos años de "austeridad", el número insuficiente de plazas formativas porque cada vez hay menos galenos que -acuciados por su carga de trabajo- están dispuestos a ser tutores de un MIR.

 

Lamentablemente, a Galicia no solo se le escapan profesionales a otros estados, también a otras autonomías. Según detalla hoy Faro de Vigo, el año pasado, de los 350 médicos residentes que completaron su formación en el Sergas, solo el 56% (199 profesionales) optaron por quedarse en Galicia, siendo 66 de ellos médicos de atención primaria. 

Una pasada protesta de jóvenes médicos con una pancarta de CESM Galicia

Unas cifras muy lejanas del objetivo de la Xunta, que sería retener en torno al 90% de los MIR que forma el SERGAS. Para lograr aumentar el porcentaje de retención,  la Xunta promete contratos estables a los MIR que finalizan su residencia.

 

El problema no es de igual magnitud en todas las especialidades.  Las dificultades son mayores en Atención Primaria. 

 

De acuerdo a los datos de Faro, 121 residentes de esta especialidad –104 médicos de familia y 7 pediatras– terminarán su formación, tras haberla iniciado con un retraso de cuatro meses debido a la pandemia. Aunque estos médicos fueron empleados durante el verano para cubrir las vacantes por vacaciones, ahora deberán decidir si se quedan en la pública gallega, buscan trabajo en la privada o emigran en busca de mejores oportunidades.

 

Además, la Xunta se queja de que algunos residentes deciden abandonar la residencia antes de completarla, lo que genera vacantes difíciles de cubrir de forma ágil.  Algunos de estos galenos prefieren obtener un puesto en la sanidad privada antes de que completar su residencia y enfrentarse a la difícil labor de ser doctor de primaria en la pública.

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