La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha amparado en la separación de poderes para no opinar sobre la continuidad de Rita Barberá en el Senado una vez que ha dejado el Partido Popular tras la apertura de causa contra ella en el Tribunal Supremo por el 'caso Taula' y ha recordado que el escaño es personal porque así lo fija la Constitución.


En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Santamaría ha recibido sucesivas preguntas sobre la senadora y a todas ha respondido con el mismo argumento: "El Gobierno no tiene posición sobre personas investigadas", Barberá "no es afiliada" al PP y "la titularidad del escaño no corresponde al partido".



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