Archivo - Vacas durante la tercera edición de la Feria en Defensa del Ganado de Montaña, a 13 de mayo de 2023, en Cervantes, Lugo, Galicia (España). La Feira en Defensa do Gandeiro da Montaña reú

 

Los y las ganaderas gallegas no pueden disimular su preocupación ante la aparición de nuevos casos tanto de lengua azul como de EHE. Si bien con la primera existe ya una cierta experiencia (el primer caso en Galicia se detectó en 2007), la segunda es de presencia reciente, detectándose el primer caso conocido en 2022. Si bien esta es una fecha relativamente cercana, las farmacéuticas han creado vacunas para hacerle frente, aunque en la mayoría de los casos este medicamento está todavía en fase experimental. De esta forma, algunas comunidades todavía dudan en aplicarla o no y en otras, los ganaderos han aplicado las vacunaciones de forma voluntaria. En tal caso, es necesario esperar a la evolución de esta nueva solución química para saber si realmente funciona. Sin embargo, se debe insistir en la preocupación de los y las ganaderas debido a los costes que suponen los tratamientos pero sobre todo las posibles pérdidas tanto en carne como en leche para las explotaciones afectadas. 


 

LENGUA AZUL Y EHE

El primer caso de EHE se reconoció en Galicia el año pasado mientras que la presencia de la lengua azul se dejó sentir hace quince años. Esta última afecta a la cabaña ganadera presentando lesiones hiperémico-hemorrágicas en mucosas, pezuñas y también a nivel muscular desarrollando al mismo tiempo úlceras en la piel. La EHE afecta a la cabaña bovina de forma que el ganado pierde apetito, presenta dificultades al respirar, hemorragias en la piel y otros tejidos.

 

“La lengua azul y la EHE se transmiten por una especie concreta de mosquitos. Realmente no afecta a los humanos en caso de consumir leche o carne” dice Félix Porto, de Unións Agrarias (UUAA). “La verdadera afectación es la pérdida de ingresos y la generación de gastos motivados por estas enfermedades que merman la economía de los y las ganaderas”. 

 

En el caso de la EHE estamos ante una enfermedad compleja y con una sintomatología variable. “Los animales sufren cojeras, abortos y otras patologías. Es un virus muy complejo que implica la muerte de animales y por tanto, la pérdida de carne y leche” dice Isabel Vilalba del Sindicato Labrego Galego (SLG). Se está hablando de pérdidas cuantiosas pues o bien hay que comprar nuevas cabezas de ganado o los tratamientos son costosos y el animal no es rentable mientras está convaleciente. 
 

La convalecencia, por tanto, implica que no se puede vender la carne ni la leche de ese animal. “Si se vende un animal enfermo es para sacrificar y destruir directamente” indica Porto. Y es que en el caso de toros sementales cuyo precio pueda estar en 3.000 euros, si el ganadero recupera algo “pueden ser 400 euros si se lo compran para sacrificarlo” dice Vilalba. Y es que, si bien la lengua azul afecta con más virulencia a ovinos y caprinos, si la sumanos a EHE, con más afectación en el ganado bovino, en este último tenemos una incidencia mucho mayor en Galicia, territorio productor de leche en crudo sobre todo para vender en otros territorios que elaborarán lácteos fermentados, por ejemplo. Las pérdidas económicas pueden ser muy cuantiosas.


 

PREVENCIÓN, VACUNACIÓN E INDEMNIZACIÓN

Según Félix Porto, actualmente no se pueden hacer cálculos y ofrecer una media de pérdidas dentro del sector ganadero gallego. El SLG señala que la Consellería de Medio Rural ha contabilizado 350 animales muertos, aunque creen que esta cifra no refleja la debida dimensión del problema. Y es que, para una contabilidad de cabezas muertas se necesitaría a todo el equipo de veterinarios de Medio Rural y posiblemente más personal. 

 

“El año pasado ya vimos lo que puede hacer la EHE sobre el ganado, este año se podría haber materializado una campaña de prevención pero no ha habido nada” señala Vilalba. Para el SLG, Medio Rural ha permanecido ausente sin enfrentarse al problema de la EHE. “Es necesaria la diagnosis del ganado y para ello se necesita personal, muchas granjas no han podido recibir a tiempo esa diagnosis por falta de veterinarios. Unos están de vacaciones y los que están trabajando están sobrepasados”.

 

Sobre la vacunación del ganado, en el caso de la lengua azul se ha realizado en animales mayores de 3 meses. “La vacuna para la EHE llega tarde aunque en algunas comunidades ya han vacunado, sin embargo, esta solución debiera ser aplicada en un momento que, con el paso del tiempo, nos permitiera observar si ofrece o no una buena evolución” dice Porto. 

 

“Ha habido algún caso en que se han vacunado animales ya enfermos de lengua azul con la vacuna correspondiente” dice Vilalba, que añade: “no se debe vacunar animales ya enfermos, esto implica un aumento de las bajas entre la cabaña ganadera”. Lo que implica pérdidas económicas importantes y muestra falta de criterio científico.

 

En cuanto a las ayudas y fórmulas para evitar la quiebra de explotaciones ganaderas. Se ha reivindicado aplicar el mecanismo de lucro cesante por falta de ingresos ante la pérdida de animales. Además, hay coincidencia en que Medio Rural no muestra ninguna agilidad en cuanto a ofrecer ayudas a ganaderos. “Dicen que necesitan la activación de estas ayudas por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca” explica Porto. “Sin embargo, si Medio Rural posee los presupuestos y tiene las competencias necesarias para hacerlo, que ponga en marcha una solución inmediata, ágil, rápida”.

 

“Se debe revisar granja por granja las pérdidas reales de cada explotación, de debe cuantificar la pérdida de ingresos y valorar la activación de mecanismos como lucro cesante” subraya Vilalba. Una explotación puede gastarse 400 euros en medicinas y gastos veterinarios pero la muerte del animal supone la pérdida total de beneficios.

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