Infografía del proyecto de fábrica de Altri


 


El Instituto de Estudos do Territorio --dependiente de la Consellería de Medio Ambiente-- ha emitido un informe, en el marco de la declaración ambiental que está en tramitación para el proyecto de la fábrica de Altri en Palas de Rei (Lugo), en el que avala que la compañía tiene previstas medidas "correctas" para paliar los efectos de una planta que "puede producir un impacto paisajístico considerable".

No obstante, según recoge este informe al que ha tenido acceso Europa Press, la Xunta insta a que las medidas previstas por Altri para reducir el impacto paisajístico de su futura fábrica de fibras textiles deben completarse con media docena de actuaciones correctoras.

Este estudio, que se completará con los informes aportados por otros organismos relativos a la solicitud de declaración ambiental de Altri, expone que la instalación industrial, "de gran superficie de ocupación e integrada por diversos elementos de gran volumen y altura, supondrá un impacto paisajístico por el cambio de cobertura de una amplia extensión de terrenos situados en un entorno netamente rural".

Identifica un impacto visual producido "principalmente" por una chimenea de 75 metros, así como una caldera de recuperación de 60 metros de altura y 4.321 metros cuadrados, al igual que una caldera de 50 metros de altura y más de 3.000 metros cuadrados. También habrá naves de proceso de 55 metros y que ocuparán más de 23.000 metros cuadrados.
 

 


Si bien las franjas perimetrales de vegetación propuestas en el estudio supondrán amortiguar "buena parte" del impacto visual, "las construcciones de mayor altura no podrán ocultarse íntegramente, de modo que serán visibles desde algunas zonas del entorno". A ello se une la visibilidad de la columna de vapor que existirá. Por tal motivo, "deberán cuidarse los aspectos de diseño relacionados con los materiales y los colores de acabo" a través de estrategias de mimetización.

"Las redes de servicios pueden producir alteraciones topográficas y afectar a elementos naturales o construidos de interés paisajístico, en particular el tramo final de la evacuación de aguas y el punto de vertido al río Ulla, que se encuentran dentro de la AEIP (área de interés paisajístico) Mourazos y Monte San Xurxo, o la resolución del borde oeste de la parcela, en contacto con el río Seco y su bosque de ribera", explica este documento firmado por el director del Instituto de Estudos do Territorio, Enrique Luis de Salvador. Además, "los accesos y los tendidos de las redes pueden afectar a otras masas de vegetación de interés y a muros tradicionales de piedra". Para minimizar estos posibles impactos, "deberán adoptarse las oportunas medidas preventivas".

En las características del paisaje afectado por el proyecto se encuentran que discurre a un kilómetro al norte el Camino de Santiago, al igual que la existencia de áreas de especial interés paisajístico como los citados Mourazo y Monte San Xurxo --en donde está el punto de vertido en el río Ulla (aguas arriba del embalse de Portodemouros en el que se sitúa la captación), además del castillo de Pambre, Alto Ulla y Sobreiras do Arnego.
 

El consejero delegado de Altri, José Soares de Pina, en rueda de prensa


Las instalaciones ocuparán una superficie de 1.466.400 metros cuadrados en parcelas que actualmente están destinadas a pastos, plantaciones de pinos y eucaliptos, árboles de frondosas autóctonas y explotaciones ganaderas.

MEDIDAS CORRECTORAS
Toda vez que Estudos do Territorio avala las medidas previstas por Altri, concluye que deben complementarse con media docena de actuaciones. Así, propone completar el análisis de visibilidad de las instalaciones para determinar "con mayor precisión" los puntos de mayor afección. El objetivo es servir de base para el diseño de barreras vegetales de ocultación.

Además, pide diseñar "de forma detallada" las plantaciones perimetrales previstas en el que se haga compatible la ocultación de instalaciones con la preservación de áreas, para lo cual se emplearán especies autóctonas.

Emplaza a emplear materiales no reflectantes con los que evitar brillos en los elementos de mayor volumen y altura que serán visibles, por lo cual apuesta por tonalidades de tipo gris claro.

Por otra parte, apela a que la ejecución de límites de la parcela y accesos a redes de vertido y demás se haga minimizando la alteración de la topografía, formaciones rocosas, vegetación de interés y vallados tradicionales.

Junto a esto, requiere reducir la contaminación lumínica de señales e instalaciones. Finalmente, los elementos que integren el punto de vertido de agua en el río Ulla "deben respetar los valores propios del paisaje fluvial". 

 

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