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Menos mal que para algunos llegan las vacaciones, porque menuda semana la que se está viviendo. No solo por el calor, sino por los acontecimientos que están sucediendo en la política española. Es como una insolación, cuyas consecuencias parece que los actores no han calculado suficientemente. De golpe y porrazo salta casi todo por el aires, políticamente hablando, cuando este lunes, finalmente PSC y ERC llegaban a un acuerdo para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat de Catalunya. Faltaba la bendición de la ejecutiva republicana y ésta, después de muchas horas de reunión, con importantes discrepancias internas, dio su bendición al acuerdo.

 

Una bendición que le va a salir cara a las arcas del Estado , que ha generado malestar en las comunidades gobernadas por el PP y Castilla La Mancha, cuyo presidente no ha tardado en reaccionar mostrado su total desacuerdo. No solo los presidentes del PP están en contra, muchos ciudadanos de a pie están indignados con la postura del gobierno que preside Pedro Sánchez.

 

El presidente Sánchez, en rueda de prensa, este miércoles, para hacer balance de este año de Gobierno, sacaba pecho y explicaba todo “lo bueno” que ha hecho. Algunas cosas ha hecho bien y otras, como son obvias, no tanto, o mejor dicho: muy mal.

 

Claro que el presidente, comparecía con cara triunfal acompañado, en la primera fila, por su gente de confianza, algunos de ellos más validos que profesionales políticos. La actitud de Sánchez es una pose, ante la comparecencia pública del presidente Page. El manchego le  ha amargado el desayuno  al presidente con su declaraciones  ante los medios. Pero había que guardar la compostura delante de los numerosos periodistas que estaban present,a los cuales, en esta ocasión les dejó preguntar, Es evidente que en el turno se le preguntó por el acuerdo con ERC  y su respuesta  fuecelebrar el "magnífico" acuerdo con ERC que es “un paso hacia la  federalización de España”. Lo ha dicho como si tal cosa. ¿Sabe que para eso hay que cambiar la Constitución? Lo sabe pero lo obvia. Lo  mismo que es consciente que esos acuerdos serán tumbados. En cuanto a las declaraciones de Page, con su sorna habitual, Sánchez decía: "La noticia sería que hiciera una rueda de prensa apoyando al Gobierno".

 

Siempre se ha dicho que cuando se quiera hacer alguna cosa conflictiva lo mejor es hacerla a finales de julio, porque viene un mes de vacaciones  por delante  y la gente está por otros temas más veraniegos, y después no se acuerdan de lo sucedido. Lo malo es que este tema pactado con los republicanos como moneda de cambio a la investidura de Illa no es una serpiente de verano, sino una pitón que cuesta sacársela de encima.

 

El presidente Sánchez ha abierto la caja de los truenos y es impredecible lo que pueda ocurrir.  Según el líder socialista, su partido lo apoya - ¿De verdad?-. O no quiere enterarse de las voces discrepantes  externas e internas que está teniendo el acuerdo para la investidura de Illa. Todas las investiduras están siendo un intercambio de “cromos”. Por si no hubiera bastante, vienen los Comunes de Colau y también sacan tajada de su apoyo a Illa. ¿ Entrará la ex alcaldesa de Barcelona en el Gobierno? Es posible. Nada sale gratis y todos quieren colocar a su gente en cargos.

 

Así que, pendientes de que este viernes las bases de los republicanos digan sí al acuerdo, más las amenazas de Puigdemont de presentarse en Barcelona para que lo detengan y así montar su numerito que torpedee el acuerdo de socialista y republicanos. La verdad es que puede pasar de todo. Eso sí, Puigdemont no va a tener una entrada triunfal en Catalunya como él  quiere

Pedro Sánchez habla de federalismo y los republicanos de independentismo. ¿ Alguien se aclara?

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