La situación laboral en el Concello de Ourense ha generado controversia y malestar entre los trabajadores municipales debido a recientes decisiones administrativas que implican cambios de lugar de trabajo y modificaciones salariales.
En las últimas semanas, la administración local ha anunciado una reestructuración interna que afecta a numerosos empleados del Concello. Esta reestructuración incluye la reubicación de varios departamentos y una revisión de los salarios que ha provocado un descontento generalizado entre los trabajadores.
Sin embargo, muchos empleados han expresado su malestar por lo que consideran una falta de consideración hacia sus circunstancias personales y profesionales. "Nos han trasladado sin previo aviso y sin consultar nuestras necesidades. Esto no solo afecta nuestra rutina diaria, sino también nuestra productividad", comenta un funcionario afectado que prefirió mantenerse en el anonimato.
La cuestión salarial es otro punto álgido en el conflicto. La revisión de los salarios ha resultado en ajustes que, en muchos casos, han sido percibidos como reducciones encubiertas. Según los representantes sindicales, los cambios no se han realizado de manera transparente, y acusan al Concello de llevar a cabo estas medidas sin la debida negociación ni el consenso con los trabajadores. "Las modificaciones salariales están generando una gran incertidumbre y desmotivación entre el personal. No podemos aceptar una reducción de nuestros ingresos en un contexto económico ya de por sí difícil", declara María López, portavoz del sindicato mayoritario en el Concello de Ourense.
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha defendido las decisiones tomadas por su administración, argumentando que son necesarias para garantizar la sostenibilidad financiera del Concello y mejorar el servicio público. "Entendemos que estos cambios pueden ser incómodos, pero son imprescindibles para adaptarnos a las nuevas realidades y demandas de la gestión municipal", señaló en una reciente rueda de prensa.
No obstante, los sindicatos han convocado varias jornadas de huelga y manifestaciones para protestar contra lo que consideran una gestión arbitraria e injusta. Las primeras movilizaciones ya han tenido lugar frente al edificio consistorial, y se espera que las acciones de protesta continúen en las próximas semanas si no se llega a un acuerdo.
En medio de este conflicto, los ciudadanos de Ourense también se ven afectados, ya que las tensiones laborales están empezando a impactar en la calidad y disponibilidad de los servicios municipales. La resolución de esta situación es, por tanto, una prioridad tanto para los trabajadores como para la administración local.
Se espera que en los próximos días se celebren nuevas reuniones entre los representantes del Concello y los sindicatos para intentar alcanzar un acuerdo que ponga fin a este conflicto y restablezca la normalidad en la administración municipal.