La primera reacción significativa en el PP no ha llegado de voz de su líder, Alberto Núñez Feijóo, sino de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha calificado de "desvergüenza absoluta" el comunicado de esta mañana donde, a su juicio, Sánchez ha declarado que lo que busca es "el poder sin control".
"Ahora empezamos una etapa mucho más dura si cabe para todo aquello que sea un contrapeso para este Gobierno, que no conoce los límites. Para mí no ha sido ninguna sorpresa, así lo señalé el sábado, que el presidente estaba aprovechando cinco días para ver cómo atacar a los jueces, a los rivales políticos y a la prensa independiente", esgrimió Ayuso, que cargó contra Sánchez también por su decisión de no admitir preguntas tras el comunicado.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha echado un capote a Sánchez al afirmar que los "ataques" que viene sufriendo y que han alcanzado a su familia "no son nuevos" y que responden a una "estrategia deliberada y de largo aliento".
"Los ciudadanos no nos han votado para convertir nuestros problemas en los suyos. Los intentos de desestabilizar al Gobierno solo se responden con dos herramientas: más democracia y más derechos", comprende la ferrolana, que pide que lo ocurrido signifique "un antes y un después" en la forma de hacer política.
Desde ERC, clave para la investidura de Sánchez, ha sido Gabriel Rufián el primero en considerar que el mensaje de Sánchez es un "mal ejemplo si se iba" ya que, a su juicio, "no era una dimisión, era una rendición". "Y mal ejemplo aún todavía si se queda sin hacer nada porque habrá sido un acto de frivolidad y no algo de verdad", agrega. También fuerzas como EH Bildu o sindicatos como UGT han dado su punto de vista tras el anuncio.
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