Foto: @g24noticias

 

Este domingo los vecinos del barrio vigués de Coia se despertaron con la triste noticia de que su barrio había sido escenario de un brutal crimen. De madrugada una serie de disparos acabaron con la vida de Francisco Javier Balseiros Dapena, de 57 años, y las pesquisas de la Policía Nacional permitieron a los agentes dar con el paradero de J. L. M. C., de 54 años y vecino del mismo lugar en el que tuvo lugar el suceso, en la Rúa de Abaixo en Coia. 

 

Fue un testigo del crimen el que llevó a los policías hasta el presunto asesino, que fue detenido y relacionado con una escopeta, hallada en su domicilio, con la que se pudo perpetuar el tiroteo que acabó con la vida de Francisco Javier. El investigado convivía puerta con puerta con la víctima y residía con su madre, una mujer de avanzada edad que necesita cuidados.

 

Dos disparos a quemarropa, uno de ellos en la cara, acabaron con la vida de Francisco Javier, que como el detenido contaba con antecedentes policiales. Los intentos de los vecinos y de los equipos de emergencias por tratar de reanimar al herido resultaron infructuosos y solo se pudo certificar su muerte. 

 

SECRETO DE SUMARIO

Aunque se ha declarado el secreto de sumario, las autoridades consideran que la hipótesis de un ajuste de cuentas es la que tiene más peso en este momento de la investigación, mientras que el procesado todavía está a espera de pasar a disposición judicial. 

 

Si bien tanto el investigado como la víctima contaban con antecedentes, los vecinos Coia, por la situación familiar del presunto asesino, se mostraron sorprendidos por su relación con el crimen, aunque también manifestaron que la venta de droga en la zona ha podido motivar este suceso. 

 

POWERED BY BIGPRESS