Foto Al-Ahli

 

Es difícil cuestionar la decisión que tomó Gabri Veiga el pasado verano. Después de irrumpir en la agenda de todos los grandes clubes de Europa luego de su sensacional temporada en el Celta de Vigo, el de O Porriño priorizó un gran contrato en una liga emergente como la de Arabia Saudí -que a base de carretas de millones está intentando hacer de su campeonato una referencia mundial- antes que el salto a una gran liga como la Premier o la Serie A o incluso esperar la llamada de grandes como el Real Madrid, que sondeaban al centrocampista. Sin embargo, y tras más de medio año en Arabia, los números y las sensaciones evidencian que la decisión de Veiga, tal vez, no haya sido la mejor para su carrera.

 

Aunque dice estar contento con su vida en Arabia Saudí y pone en valor las virtudes del campeonato, la realidad es que su adaptación está siendo lenta. Sus números hablan de unos inicios complicados donde solo ha podido ver puerta en cuatro ocasiones en el Al-Ahli, sin poder demostrar el olfato goleador que sí dejó patente el año pasado con once dianas en La Liga. 

 

Un nuevo sistema, cambio de país...son muchos los condicionantes, a los que hay que sumar las lesiones. Veiga lleva más de un mes en el dique seco por una lesión en el tobillo. Aunque en un primer momento se temió que tendría que pasar por el quirófano, finalmente el centrocampista ha esquivado el visturí, pero sigue sin tener sensaciones positivas y su reaparición podría estar todavía lejos. 

 

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Con este cúmulo de circunstancias, no es de extrañar que Veiga se haya salido del radar de Luis de la Fuente como futurible para acudir a con la absoluta de la Selección Española. Su nombre, que sonó con fuerza el año pasado, no figura en las quinielas de cara a una convocatoria para la Eurocopa de este verano.

 

Sin embargo, esa no es la nota negativa. Lo verdaderamente preocupante es la pérdida de peso en el equipo sub-21. Un fijo en las inferiores, desde su marcha a Arabia Veiga ha perdido protagonismo en 'La Rojita'. De ser titular ante Malta y Escocia en septiembre, cuando acababa de aterrizar en Oriente Próximo, en los siguientes partidos solo sumó diez minutos repartidos en los partidos contra Kazajistán y Hungría. Quedó sin ir citado en el empate contra Bélgica en el clasificatorio para el Europeo sub-21. 

 

En la última llamada de Santi Denia no figuró el nombre de Veiga -acosado por las lesiones- y hoy existen muchas dudas sobre si contará con él en el futuro con la competición que ofrecen futbolistas como Fermín, Turrientes o incluso su paisano Nico González, que está creciendo en el Oporto. Sin ritmo de competición y con la posibilidad de que no pueda disputar los últimos partidos en Arabia antes de que acabe la liga, las opciones de acudir a los Juegos Olímpicos de París este verano son cada vez más remotas. 

 

Foto: EP

 

Todavía muy querido en Vigo, donde estos días se recupera de la lesión, ni Giraldez -que recibió el aval del propio Veiga con el que coincidió en el Celta Fortuna- ni nadie en A Sede se opondría a un regreso del gallego a Balaídos, pero hoy resulta difícil creer que esta es una opción viable en estos momentos. Sería una oportunidad para relanzar su carrera, pero su contrato en el Al-Ahli es prohibitivo. Ojalá la apuesta que hizo en su día le salga bien, pero, al menos en lo deportivo, no parece que vaya según lo previsto.

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