Foto: EP

 

La UD Almería es, con diferencia, el peor colista de la historia de Primera División desde que el campeonato tiene 38 jornadas y las victorias cuentan 3 puntos. Los almerienses suman nueve unidades en su casillero. Es el término preciso y correcto si tenemos en cuenta que todos sus puntos los ha sumado de uno en uno, con nueve empates y 17 derrotas. En 26 jornadas ha sido incapaz de ganar. Pues, pese a estos registros tan paupérrimos, los rojiblancos se presentarán el viernes en Balaídos como si fuesen el coco. Y es que, el ritmo del Celta de Vigo, no invita a la parroquia celeste a afrontar ningún partido con optimismo, por muy flojo que pueda parecer el rival.

 

Bajo los mandos de Rafa Benítez, el Celta no tiene un bagaje mucho mejor: los mismos nueve empates, pero cuatro victorias, una de ellas ante el propio Almería y con un gol de Swedberg en los minutos finales después de ver como el 0-2 inicial se transformaba en un 2-2, algo que ya ha ocurrido en demasiadas ocasiones este año. La última, la semana pasada en Cádiz, sin ir más lejos

 

EL PEOR EN OCHO DÉCADAS

El Celta de Benítez, que se juega su puesto la próxima jornada, se encuentra solo tres puntos por encima del descenso. El porcentaje de victorias del técnico es el peor de un preparador en Vigo en los últimos 80 años: no ha ganado el 86,62% de sus duelos como adiestrador celtiña.

 

En otras circunstancias, Benítez hubiese sido cesado hace mucho, pero su contrato de larga duración y sus emolumentos hacen prohibitivo su despido. Además, el ex de Liverpool, Inter, Chelsea o Real Madrid sabe que este puede ser su último gran contrato, ya que si fracasa este proyecto, y pese a su gran cartel internacional, su nombre podría caer en el olvido. Por otra banda, la situación institucional en el Celta, en pleno traspaso de poderes en la familia Mouriño y con la construcción de un nuevo modelo deportivo, -adiós de Campos; llegada de Garcés- tampoco han favorecido la posibilidad de despedir al entrenador. 

 

Con todo, si el Celta no está peor es, sencillamente, porque sus perseguidores son todavía peores. Cádiz, Granada y Almería ya han gastado la bala del cambio de técnico, y ni con esas son capaces de sumar de tres en tres, como un Celta que ve reducida su ventaja, pero muy poco a poco. Ganar en Balaídos ante el farolillo rojo podría poner tierra de por medio, pero no espantar los fantasmas. Quedan doce partidos, 36 puntos en juego. Veremos de lo que son capaces Benítez y sus pupilos...

 

 

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