Manuela García | Foto: Pacma

 

Los resultados de las pasadas elecciones gallegas no dieron mucho lugar a la sorpresa y dejaron un panorama muy similar al que dibujaban la mayoría de encuestas. El PPdeG mantiene su mayoría absoluta en la Cámara gallega, el PSdeG baja, el BNG sube y nadie nuevo irrumpe en el Pazo do Hórreo salvo Democracia Ourensana. Sin embargo, si observamos detalladamente los resultados según el número de votos, encontramos algunas sorpresas, como el hecho de que el Partido Animalista Con el Medio Ambiente (PACMA) cosechó unos números mucho mejores de lo que, a primera vista, cabría esperar, por delante en número de apoyos de grandes fuerzas con presencia a nivel nacional y con una nutrida base.

 

Desde Pacma Galicia hicieron un primer análisis de los resultados electorales donde decían no sacar conclusiones ni positivas ni negativas, sino considerando que había que verlos desde una perspectiva “circunstancial”. “Nuestros recursos económicos son mucho más limitados que los de otras formaciones”, detalla Manuela García, candidata de los animalistas en la carrera por el despacho principal de San Caetano.

 

En ese sentido, subraya que Pacma no cuenta ni con la repercusión mediática ni con las influencias de otras fuerzas políticas que pueden tener mucha más presencia en televisiones, debates y otros espacios. “No tenemos ese ingente presupuesto que puede conseguir que todo el mundo hable de nosotros. Esto supone una mayor carga a la hora de presentarnos en unas elecciones”, explica. 

 

Sin embargo, y pese a todos estos inconvenientes, Pacma fue la sexta fuerza en número de votos en Galicia de todas las que tenían papeleta en las cuatro provincias -la séptima si tenemos en cuenta a Democracia Ourensana, que solo se presentó en Ourense-. “Con 1.000 euros de presupuesto para la campaña quedamos por delante de Podemos. Los superamos en más de 1.500 votos”, recuerda García, al tiempo que incide en que si no realizaron una campaña más agresiva para el 18-F ni se invirtió más fue, sencillamente, porque no había más fondos.

 

“Pacma es diferente”, valora la candidata, ya que pese a su dimensión “contamos con un equipo muy comprometido, con un trabajo incansable para lograr la representación, luchamos por aquellos a los que se quiere dejar de lado y por una causa justa. Nuestro equipo humano es inmejorable”. Sin subvenciones públicas ni grandes mecenas, con los recursos de sus inscritos y alguna pequeña donación, el gran mérito de Pacma es permanecer y plantar batalla. 

 

Foto: Pacma

 

LA VISTA EN EUROPA

La gran base de Pacma es el recorrido que han tenido hasta la fecha, con un mensaje que ha calado en parte del electorado, con la defensa de los animales y el medioambiente por bandera. “Tenemos una base importante. Los que nos conocen y nos votan una vez se quedan con nosotros, incluso en campañas más polarizadas en donde el llamamiento es a olvidar a las pequeñas fuerzas. Pacma tiene un votante que no se deja llevar por impulsos y elige con la cabeza y el corazón”, razona García. 

 

El gran escollo para Pacma ha sido muchas veces el sistema de votación en España, donde a pesar de tener muchos votos en su conjunto en las muchas elecciones que se celebran, siempre acaban perjudicados a la hora de que esos apoyos se traduzcan en escaños. La gran baza del partido es la llamada a las urnas de junio para el Parlamento Europeo, ya que se trata de una circunscripción única

“Pacma es diferente. Contamos con un equipo muy comprometido, con un trabajo incansable para lograr la representación, luchamos por aquellos a los que se quiere dejar de lado y por una causa justa"

 

De hecho, de los grandes Estados europeos España es el único que dentro del grupo de ‘Los Verdes’ no cuenta con representantes de partidos de base ecologista o animalista. Ese es el gran debe de Pacma, que para verano confían en dar ese paso fundamental para su consolidación. “Hasta ahora quedamos fuera de las instituciones, pero no por falta de votos”, lamenta, aunque esperanzada de que ese hipotético salto a la política europea permita a Pacma “estar allí donde se toman decisiones primordiales para el bienestar de todos los europeos”.

 

PELLETS, VISONES, TOROS, CAZA…  

En lo tocante a Galicia hay muchos asuntos que tratar en materia medioambiental. El último capítulo, y tal vez el más sonado, fue el de la crisis de los pellets, que marcó las primeras semanas de 2024. Reducir los transportes de mercancías por la vía marítima es una de las propuestas de Pacma para evitar sucesos de este calado. “Con la globalización aumentó el transporte de productos; habría que realizar un mayor consumo de cercanía”, considera García.

 

Limitar y sustituir los plásticos por productos biodegradables y cambios en el régimen del transporte marítimo y poner fin a las banderas de conveniencia -barcos como el ‘Toconao’ navegan con banderas distintas a las del país de su armador- son otros puntos dentro de la propuesta de Pacma. Con todo, García también dedica un momento para tirar de las orejas a los gobiernos autonómico y estatal: “Las administración deben actuar con mayor rapidez, no dejar que las cosas se arreglen solas como ocurrió con el Prestige”. 

 

También en lo que al trato con los animales se refiere hay trabajo por hacer en Galicia. En Pacma ponen el foco sobre las granjas de visones, tan comentadas durante la crisis sanitaria por los brotes que saltaron desde estas instalaciones. Aquí son tajantes desde la fuerza animalista, que aboga por abolir esta industria peletera. “La prohibición total y absoluta. Igual que con las macrogranjas y otras instalaciones”, defienden. 

 

Lo mismo ocurre con la tauromaquia y espectáculos taurinos, tal vez no tan arraigados en la cultura gallega como en otros puntos de España pero sí con presencia en ciudades como Pontevedra. “Sigue existiendo en un lugar donde gobierna el BNG, que dice considerarse animalista. No pararemos hasta que todas las provincias hayan abolido esta barbarie”, censura.

 

Con tantos temas sobre la mesa, queda claro que la Xunta tiene mucho de lo que ocuparse. A juicio de García, uno de los asuntos prioritarios para el nuevo Gobierno de Alfonso Rueda debería ser poner fin a la financiación con la que la Xunta engorda las arcas de la Federación Galega de Caza en vez de destinar esos recursos a protectoras de animales o colonias felinas. 

 

Propuestas de Pacma

 

“Son unas cantidades vergonzosas con las que subvenciona la caza. Un dinero que invierten en matar animales, una forma de diversión basada en la violencia y la persecución de víctimas inocentes e indefensas. Algo que forma parte de la historia más oscura de cualquier cultura y de la que nos avergonzamos actualmente. No hay espacio en una cultura que presume de ser respetuosa, diversa y justa para la barbarie del asesinato gratuito, con el perjuicio añadido de que esto va en detrimento de la cultura con mayusculas de la que sí estamos orgullosos, como el cine, el teatro o la música, donde ven que se recortan sus fondos y ayudas para beneficio de estas personas que se dedican a matar por puro placer”, denuncia.

 

Con esta carta de presentación, García pide un último empujón a la ciudadanía y que aquellos “sin voz”, como los llama, se interesen por Pacma y se afilien al movimiento. “Están los partidos de toda la vida, los que prometen de todo para al final no hacer nada, esos que llenan de ilusión un día y al siguiente te la arrebatan. Después está Pacma, con sus voluntarios, activistas, la gente de a pie, con pasión y convencimiento de saber que luchamos por todos y cada uno de nosotros y aquellos dejados de lado y sin voz”, concluye García. 



 

POWERED BY BIGPRESS