La hermana de la mujer de Becerreá a la que su pareja disparó con una escopeta de caza en febrero denuncia "abandono" del sistema hacia ella y sus sobrinos. Así lo expresó esta mañana en una concentración delante del Parlamento de Galicia, en Santiago, donde estuvo arropada por la asociación 'Ve-la luz'.
En el interior del Pazo do Hórreo se debatía en comisión parlamentaria un sistema de protección para las víctimas de violencia de género, impulsado a raíz de la huelga de hambre que las mujeres de 'Ve-la luz' mantuvieron en 2013.
En aquella ocasión, abandonaron la huelga tras el compromiso de tener voz en el Parlamento, pero hoy lamentan los resultados que esperan del proceso, que califican de "pantomima".
A las puertas, Martina, hermana de Ana Gómez Nieto, la mujer asesinada en febrero en Becerreá, lamenta el estado de "abandono" en el que se ven ella y sus sobrinos, a los que "nadie ha llamado ni informado" sobre posibles ayudas o proceso a seguir, quedando "desamparados".
Martina critica que "para Galicia, mis sobrinos son medias víctimas". Ella misma los acogió y empadronó en su casa antes incluso de conseguir su tutela, y por el momento aún no ha recibido ninguna de las ayudas económicas prometidas, una situación que, reconoce, "muy pocas economías pueden sostener".
Lo que reclaman con estas declaraciones, tanto la asociación como Martina, es un fondo de atención económica para menores víctimas del machismo y un cambio en la legislación que se adapte a la realidad de las situaciones de violencia de género, tanto para ayudar a las mujeres que desean escapar como a los hijos. Actualmente, las normas y protocolos "invisibilizan todos los daños" y abocan a una "trampa mortal a la salida", que lleva al "asesinato" o "judicializar sus vidas". Esa ayuda debe servir para "proporcionar una recuperación psicológica y económica", a todos los niveles, afirman.