El Bloque Nacionalista Galego ha anunciado que solicitará la comparecencia del conselleiro del Mar, Alfonso Villares, en el próximo Pleno, para discutir las acciones del gobierno de la Xunta frente a lo que consideran un “problema produtivo, económico e social de primeira orde”. Esta situación se debe a la disminución de la productividad de las rías gallegas, que afecta gravemente al sector marisquero.
Rosana Pérez, diputada del BNG, ha instado al gobierno gallego a “salir de la parálisis” en la que se encuentra y adoptar medidas de urgencia ante la “situación de emergencia” que vive el sector. Ha subrayado que las competencias en materia de marisqueo son exclusivas de la Xunta. “La situación es absolutamente extraordinaria y por eso es preciso tomar medidas extraordinarias”, declaró Pérez, quien anticipó que el BNG propondrá en el Parlamento la creación urgente de un fondo de ayudas tanto para los trabajadores como para las cofradías afectadas por la baja productividad.
El BNG ha denunciado que la disminución en la producción de las rías gallegas es un problema que se ha detectado continuamente durante años y se ha agudizado recientemente con episodios de mortalidad masiva de bivalvos entre octubre y noviembre. Ante la gravedad de la situación en un sector clave para la economía gallega, el partido propone la formación inmediata de un comité de crisis que incluya al gobierno gallego, representantes del marisqueo, institutos científicos y universidades, con el objetivo de estudiar a fondo las causas de esta baja productividad y entender las razones de la muerte de los bivalvos, especialmente berberechos y almejas.
Rosana Pérez explicó que la propuesta del BNG incluye la elaboración de un plan plurianual con medidas efectivas para contener una situación que, según asegura, “ya es insostenible” y está llevando al sector “contra las cuerdas”. Muchos trabajadores están optando por abandonar el sector o sobreviven sin cobertura social.
En un pleno anterior, la diputada del BNG defendió una moción con una serie de propuestas para el sector, incluyendo ayudas inmediatas, realización de estudios científicos, un protocolo para el vaciado de los embalses, mayor saneamiento de las rías, apoyo a criaderos de semilla propia, la creación de un seguro público de producción marisquera, control de especies marinas foráneas y depredadoras, y un estricto control sanitario del marisco importado.
Pérez criticó que los presupuestos de la Consellería do Mar son “cada vez más raquíticos”, con un modesto aumento del 1,2% de un año a otro y una de las tasas de ejecución más bajas de los departamentos de la Xunta. En 2022, detalló, se dejaron sin ejecutar 47 millones de euros de un total de 194, casi una cuarta parte del total, y se redujeron partidas y programas esenciales que permitirían intervenir en los bancos marisqueros.