El Catedrático de Matemáticas en el área de Estadística Ricardo Cao se presenta a las elecciones al rectorado de la Universidade da Coruña, que tendrán lugar el próximo 4 de diciembre. Cao es un referente en el ámbito de la investigación del grupo 'Nova Luce', que además cuenta con experiencia en las áreas de la adminsitración universitaria y que acaba de ganar el Premio Nacional de Estadística y pretende hacer de la UDC "la mejor universidad posible", apelando a la participación de toda la comunidad y una mayor financiación.
Hasta hace unos días no conocíamos si habría rival para la candidatura de Ricardo Cao al rectorado de la UDC. La candidatura rival se va a presentar el lunes. ¿Conocemos algo sobre su programa y qué retos le presenta esto a usted?
En cuanto al programa yo no tengo ninguna información. Y en cuanto a lo que esto nos supone, digo lo mismo que estuve diciendo desde hace meses cuando se anunciaba de manera indirecta que aparecería una candidatura, y es que me gusta comparar ideas. Esto es algo muy natural dentro del ámbito universitario. Entonces, que haya confrontación de ideas y diferentes opiniones y que como consecuencia de eso la gente vea también las distintas propuestas que hay me parece muy sano y muy interesante. Nosotros estamos encantados de poder comparar ideas con otras posibles candidaturas que puedan existir.
Comenta usted que existe una falta de relevo generacional en la docencia y en la investigación universitaria. ¿Cómo cree que se puede solucionar este problema que no es exclusivo de la UDC, sino generalizado en casi todas las universidades?
Efectivamente, este es un aspecto que está afectando a toda la comunidad universitaria de todas las universidades españolas. El Ministro de Universidades, que estuvo hace unos meses en la UDC, daba un dato bastante preocupante: más del 50% del profesorado funcionario y de las universidades públicas españolas se jubilará en los próximos 8 años. En la UDC este porcentaje es ligeramente más bajo que en otras universidades, pero aun así el problema sigue ahí.
Y fundamentalmente lo que tenemos que hacer es planearlo, no podemos quedar expectantes, porque podría suceder que haya áreas de conocimiento y departamentos concretos en los que en unos pocos años perdamos una gran cantidad de personal. Esto puede ser preocupante, porque formar y construir docentes e investigadores es un proceso trabajoso.
Tenemos que analizar la distribución de edades en las áreas de conocimiento y departamentos y planificar las jubilaciones a corto y medio plazo. No podemos esperar a que acontezca. No nos fiemos de que ahora a lo mejor no hay un problema, porque igual dentro de 3 o 4 años en algunas áreas concretas hay un grave déficit.
Hay que priorizar el relevo con plazas que permitan hacer una carrera docente estable, pero también tiene mucho que ver con la financiación. El plan de financiación, especialmente de la Xunta de Galicia, debe mejorar para sufragar los gastos estructurales y permitir esta planificación y renovación.
Retomando el tema del relevo generacional y considerando la marcada diferencia de edad entre el personal docente e investigador y el alumnado, ¿cree que existe también una falta de interés por parte de los más nuevos, el alumnado, en determinados asuntos como en este caso las elecciones al rector?
En el caso de las elecciones al rectorado precisamente la UDC es tradicionalmente de las universidades que tiene un mayor porcentaje de participación del estudiantado de todo el Estado español.
Con todo, lo más preocupante desde mi punto de vista es la participación en general en otras elecciones. Por ejemplo, en las elecciones del claustro, que se celebraron hace unos meses, con 300 puestos, y algunos de ellos fueron porque no hubo candidaturas suficientes.
Esto es un signo de que la participación disminuyó con respecto a lo que es habitual en los últimos años. Las últimas elecciones al rectorado fueron hace 4 años, justo un poco antes de la pandemia...
¿Considera que la pandemia es uno de los motivos de este desinterés?
Sin duda es uno. Pero no es el único. Nosotros precisamente lo que creemos es que una de las partes importantes de nuestro programa es incrementar la participación.
En estos últimos cinco meses, aproximadamente desde que 'Nova Luce' decidió que yo sería la persona candidata en las elecciones al rectorado, una de las cosas en las que estuvimos trabajando muy a fondo es tener un proceso de escucha largo, con toda la comunidad universitaria, fundamentalmente en los meses de junio y julio, una escucha más que individual, con reuniones con personas concretas, con rectores anteriores, con los candidatos a rector anteriores...
Este trabajo es clave para que la comunidad se involucre desde el principio, participando en las sugerencias y en la toma de decisiones, y para revitalizar el diálogo y el acuerdo en los órganos de gobierno, especialmente en el claustro. La participación activa no solo en la toma de decisiones, sino también en su ejecución, es fundamental para fomentar la responsabilidad compartida y el compromiso con las decisiones tomadas.
¿Qué diferencia a una universidad pequeña, como es la Universidade da Coruña, de otras más grandes a nivel gallego o incluso a nivel español, y cómo podría usted y su equipo potenciar estas diferencias?
Yo creo que no tenemos que enfocarnos en que nos diferencien de otras universidades. Obviamente, hay cosas que nos diferencian, pero para mí no es el objetivo. El objetivo es hacer que la Universidade da Coruña sea la mejor universidad posible.
Tenemos nuestras circunstancias, nuestras titulaciones... Una gran variedad de titulaciones con un grandísimo mercado laboral. Somos también una de las universidades con una tasa de empleo más alta dentro del Estado español. Pero realmente no es una prioridad diferenciarnos de otra universidad. Lo que queremos es dar un servicio público lo mejor posible, que nuestros estudiantes estén bien en la universidad, que sean atractivas para ellos las titulaciones que impartimos...
Eso sí, tenemos titulaciones que nos diferencian, como Gestión de la Moda, que en Galicia es el único sitio donde la tenemos, o Ciencia e Ingeniería de Datos, que actualmente existe en la Facultad de Informática y fue una titulación por la que apostó la Universidade da Coruña y que está teniendo también un magnífico rendimiento y muy alta demanda dentro de las empresas y del sector productivo.
Sin embargo el caso no es diferenciar, pero digamos que sí que de manera natural estamos diferenciándonos. Y para mí esas son cosas más interesantes que el tamaño, porque no es que el objetivo sea seguramente tener una universidad con 100.000 estudiantes, como fue en su momento la Complutense... No es nuestro objetivo ese tampoco.
Hablaba usted ahora de aspectos como, por ejemplo, la alta tasa de empleo que tiene la Universidade da Coruña en sus grados. Aunque su objetivo no es diferenciar, estos aspectos diferentes puede ser interesante potenciarlos.
Pues si estamos hablando de un aspecto positivo, como es en este caso, tenemos que tratar de que lo sigamos teniendo. Tenemos que intentar que las titulaciones sigan teniendo esa tasa de empleo.
Me remito entonces a la petición que yo hacía antes: tenemos que tener una financiación que realmente sea de sobra para cubrir esa parte. Tenemos que seguir manteniendo las cosas que se están haciendo bien y los títulos que están teniendo tan buena demanda y no perder comba. No perder lo que ya estamos haciendo bien.
Otro de los ejes de su programa es la internacionalización de la universidad. ¿Está la UDC preparada para coger más alumnado extranjero?
Sí, creo que sí y también creo que tenemos que mejorar. Sobre todo si tenemos éxito y conseguimos ese afán que tenemos de conseguir un mayor número de estudiantes extranjeros, tendremos que mejorar también todos los procesos de acogida. Por ejemplo, un tema complicado son siempre los extranjeros no comunitarios, con todos los aspectos relacionados con los visados, los atrancos de extranjería o de sus países de origen. Estos son atrancos que desbordan por completo a la Universidad. Pero este es un problema transversal a todas las universidades, pero tenemos que mejorarlo igualmente para hacer el proceso lo más sencillo posible para las personas interesadas.
De todas formas, tenemos muchos grados y másteres en los que estamos teniendo muchos estudiantes internacionales. Informática para Ciencias de la Salud es un claro ejemplo, con cuatro o cinco estudiantes extranjeros anualmente, siendo un número muy alto sabiendo que los másteres suelen tener pocas plazas, alrededor de unas 25.
A veces a lo mejor llegan porque encuentran una formación específica que en su país de origen no tienen. Entiendo que sí, que son títulos atractivos también para ellos. Muchas veces son estudiantes de países de habla hispana, donde el idioma no es una barrera. Puede ser también que la universidad que le ofrezca su titulación en su país sea privada. Aquí de nuevo el carácter público de la Universidad es algo muy importante.
En su candidatura hay una presencia muy fuerte de mujeres. De hecho está integrada por el doble de mujeres que de hombres. ¿Cómo se puede fomentar la presencia femenina, ya que la tienen tan presente en su propio equipo?
Pues la presencia femenina en la universidad ya es fuerte. Donde sí habría que acompañar los cambios es para que las carreras docentes e investigadoras de las mujeres lleguen también hasta los mismos niveles de las de los hombres.
Hay ámbitos donde ya es muy claro y hay más mujeres que hombres, pero a lo mejor en el último eslabón de la cadena hay una pequeña desproporción con respeto a la entrada. También es cierto que estas cosas van mudando con el tiempo y tenemos que tener una actitud proactiva en el caso de favorecer aspectos como la conciliación y la igualdad de oportunidades. Esas son cosas que están en nuestro programa de manera clara y las tenemos que hacer siendo proactivos y adoptando medidas que favorezcan también esa igualdad.
Apostamos también por tener una Vicerreitoría con competencias exclusivas en Igualdad y Diversidad, que son además dos aspectos que la Ley Orgánica del Sistema Universitario establece como prioritarios.
Sobre el hecho de que en el equipo tengamos siete mujeres y cuatro hombres yo estoy contento de que sea así. No es que sea algo que tuviera que ocurrir, pero es positivo. Además, lo más importante es que son unas magníficas investigadoras y docentes y estoy seguro de que serían unas magníficas vicerrectoras y secretarias generales, si somos nosotros los elegidos.
La UDC, a través del Servicio de Normalización Lingüística, convoca ayudas para la investigación en lengua gallega. El fomento de nuestra lengua también entra en su programa. ¿Qué tiene que hacer la UDC para avanzar en materia de normalización lingüística?
Efectivamente, tenemos un Servicio de Normalización Lingüística y una de las cosas que llevaremos a cabo en nuestro programa es incentivar sus acciones de divulgación científica, que en nuestra universidad son especialmente singulares.
Algunos de los nuestros divulgadores tuvieron tanto éxito que ahora incluso están excediendo el nivel de la Universidad porque con su labor de divulgación ya no les da tiempo para dedicarse a sus funciones habituales de docencia.
La divulgación nos parece que es un ámbito en el que el uso del gallego está especialmente adecuado. Hacer llegar la ciencia, los conocimientos científicos y las investigaciones a las personas que nos rodean y a la inmensa mayoría de la comunidad gallega es apropiado hacerlo en su lengua propia.
Hoy por hoy hay programas de divulgación en la Universidade da Coruña en los que yo participo en centros educativos de toda Galicia. Los profesores utilizan la lengua que ellos consideren y lo que tratamos nosotros es de fomentar que utilicen el gallego en los programas de divulgación científica, porque estamos divulgando ciencia, no hablando con colegas científicos donde al mejor a lengua más habitual ya no es ni siquiera el castellano, sino directamente el inglés, porque son colegas internacionales que están en otras universidades o son términos técnicos que muchas veces los tienes también en inglés.
Citando palabras textuales suyas de esta entrevista y de la presentación de su candidatura el pasado lunes, usted pretende conseguir que la UDC se convierta "en la mejor universidad posible". ¿Cómo es esa universidad?
Pues es una universidad participativa, una universidad donde pongamos a las personas por delante. Una universidad en la que nadie quede atrás, en la que no haya atrancos que sucedan por falta de ayuda, que nadie quede sin poder tener acceso a la enseñanza pública y de calidad por falta de medios.
Eso no solo depende de nosotros, también de las políticas de Bolsas de las administraciones públicas. Allá donde no llegue eso, en la Universidad tenemos que implicarnos. Una universidad enraizada en la cultura y en la lengua gallega, pero abierta a todo el mundo. Inclusiva, integradora, solidaria... Cuidando de las personas. Que las personas que conformamos la comunidad universitaria estemos a gusto de estar en ella y compartamos nuestras vivencias y nuestro trabajo.
En el Personal Docente e Investigador, el de Administración y Servicios y el estudiantado a veces los intereses no son absolutamente coincidentes, pero en esos casos lo que tenemos que hacer es que con el diálogo tratar de hacerlos compatibles y con el esfuerzo de todos mejorar.