El sector del ocio nocturno encara la temporada de mayor concentración festiva, con Halloween y Navidad como puntas de lanza, "tranquilos" y sin nada "extraordinario" sobre la mesa tras los últimos acontecimientos que han sacudido el mundo de la noche, con el incendio de la discoteca Fonda de Murisca y el cierre de la Sala Malatesta, en Santiago.
En la madrugada del sábado 30 de septiembre al domingo 1 de octubre, dos locales de ocio nocturno del polígono de Atalayas, Teatre y Fonda Milagros, ardieron, dejando varios heridos y 13 personas fallecidas.
"Estoy seguro de que el 80% o el 90% de los locales cumplen la normativa", asegura Martín Zarauza, de la Asociación de bares, pubs y discotecas de Compostela, que insiste además en el control estricto que se lleva a cabo desde el Concello, sobre todo respecto a las licencias. "Son bastantes cautelosos", apunta.
Precisamente por ello, señala que en Galicia, y concretamente en Santiago, "no hay demasiada problemática". Preguntado por el caso de la Sala Malatesta, le resta importancia y afirma que cuando subsanen los daños provocados por el incendio, volverá a estar en funcionamiento.
De la misma forma se expresaba la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, que insistía en que el cierre no era "definitivo" y se debía a las deficiencias provocadas por el fuego que se declaró en la sala el sábado 7 de octubre. Insistía además en que Malatesta tenía "todo en regla".
El Concello de Santiago decretó el 18 de octubre la suspensión de la actividad de la Malatesta tras la inspección realizada por los técnicos de Urbanismo a raíz del incendio leve. El suceso provocó la evacuación de decenas de personas, pero no dejó heridos.
Argumenta Zarauza que, debido precisamente a las inspecciones, se producen los cierres de locales, como fue el caso de la discoteca compostelana clausurada por falta de insonorización y un fallo en el cuadro eléctrico.
Considera que el de Murcia fue un "caso aislado" y reconoce que, al saltar la noticia, algunos clientes se interesaron por la seguridad y por las inspecciones que pasan los locales. "Pero fue en el momento", puntualiza.
El Concello de Santiago, consultado al respecto, niega que haya alguna discoteca funcionando sin licencia por motivos de seguridad. "En cuanto se detecta que alguna no se ajusta a la licencia, se procede a su cierre para evitar cualquier riesgo", remarcan.
Explican que se realizan inspecciones en tres casos: por inicio de actividad, cambio de titularidad y por denuncias. "Los cierres de establecimientos de este tipo se producen cuando se detectan risgos de seguridad o de ruidos", señalan.
EL SECTOR ESTÁ "CONTROLADÍSIMO"
Sabela Regueira, de la directiva de Clubtura, la Asociación Galega de Salas de Música en Vivo, se expresaba en los mismos términos, haciendo hincapié en la seguridad de este tipo de locales.
"Realmente no hay nada nuevo. Está todo tranquilo. Todos cumplen. Todos van en la misma línea", asevera, especialmente en lo referido al control de aforos. "Eso está controladísimo", insiste.
Con todo, apunta también a otras medidas muy importantes y en las que también centran su atención como la señalización luminosa, "vital" en caso de emergencia.
"Tenerlo todo controlado al final es lo mejor para todos. Para nosotros, por toda la infraestructura, para los trabajadores y para el propio público, que al final agradece estar tranquilo. Es lo que buscan, poder disfrutar sin preocupaciones", comenta.
Tampoco tiene conocimiento de que se hayan recibido requerimientos por parte los ayuntamientos para inspecciones extraordinarias, como tampoco preparan nada fuera de lo común para las fiestas que se aproximan. "La gente está tranquila", concluye.