Un autobús transportando a los invitados de una boda | Foto: EP

 

Las bodas son momento de fiesta, de diversión y de soltarse la melena un poco...pero uno espera cierto nivel de desmadre entre los invitados, no en los trabajadores de la propia boda. Es el caso de este conductor de autobús que, durante el servicio de transporte de los invitado de un enlace, fue cazado borracho por la Policía Local.

 

Los hechos ocurrieron durante un control rutinario de madrugada. En el interior del autobús iban medio centenar de invitados de una de las muchas bodas que se celebraron el pasado fin de semana en el entorno de Ourense

 

Al someter al chófer a la prueba de alcoholemia las autoridades descubrieron que triplicaba el nivel permitido: 0,50 cuando la tasa máxima para estos profesionales es de 0,15. Una boda que será difícil de olvidar para todos, como la resaca del día siguiente. 

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