Un hombre participa en la pesca de mejillones, a 2 de septiembre, en Pontevedra, Galicia (España).

La alta temperatura del agua, así como la falta de vientos del norte y el continuo desove del mejillón a los bateeiros, que lamentan la alta mortalidad del bivalvo, que le crece su concha, aunque la vianda no se desarolla.

 

La mortalidad de los mariscos pasa actualmente por su peor momento, tanto dentro de las rías como fuera de ellas, manteniendo en vilo a los diferentes sectores del marisco en Galicia.

 

Como ya pasó durante otros años, ahora es el turno del mejillón. Y es que parece que esta cosecha ya dio comienzo empañada por una escasa recogida de mejilla, que se dio tarde e incluso conllevó a retrasar el período de extracción.

 

Estos días, sin embargo, la intranquilidad azota al mar de una manera diferente: la mortandad y el escaso crecimiento del mejillón. Ricardo Herbón, presidente de la asociación Opmega, ha puntualizado que este fenómeno "no es nuevo de este año", aunque "se vio agravado" por un cúmulo de factores.

 

Sitúa así en ese "cóctel de circunstancias" la falta de vientos del norte, que sirven para "limpiar la ría", además de la contaminación, la salinidad del agua y la "falta de nutrientes" de la misma.

"Este año estamos casi sin toxina, es cierto que trae cosas malas porque es un cierre periódico de diferentes polígonos pero, al tiempo, trae mucha comida", explica Herbón.
 

REUNIÓN CON LA XUNTA

Con el propósito de abordar o reducir esta situación, desde Opmega han anunciado que solicitarán una reunión con los responsables del Gobierno gallego y enfatizan la necesidad de iniciar el trabajo y formar un equipo de personas que investigue las implicaciones de este fenómeno.

 

"Vamos a pedir una reunión porque vemos que esto es muy importante, a parte de otros temas, y no se puede dejar escapar", argumenta Herbón.

 

Por lo tanto, el sector, ante los cambios que han ocurrido en las cosechas en los últimos años, ya empieza a hablar de un cambio en los ciclos de reproducción de los mejillones.

 

Esto se debe a que, en las fechas de las festividades del Carmen, el 16 de julio, el mejillón alcanza su punto más alto de desarrollo, y es en ese momento cuando los 'bateeiros' inician la temporada de desdoble, es decir, de una cuerda hacen dos. Sin embargo, en la actualidad, los tiempos "no coinciden".

 

"A mediados de julio era cuando el mejillón, que se encuentra en el interior de la ría, tenía su apogeo. Era cuando se vendía para la industria pero ahora vemos que este año estamos entre un 14 y un 15 de rendimiento, eso no sirve para nada", lamenta el presidente de Opmega.
 

LA VIANDA NO CRECE

Han indicado, no obstante, que el desarrollo de la concha del bivalvo "es bastante bueno", aunque el problema es que dentro "no hay nada". Ahí es cuando saltan las alarmas en el sector y advierten de que "algo pasa".

 

A esto, indican, se suma la "alta mortalidad" que vive la cosecha. Así, el presidente de Opmega explica que las bateas situadas en la zona de A Bensa, por ejemplo, que es una isla situada a la entrada de la ría de Arousa y el crecimiento acostumbra a ser bueno, este año el mejillón se muere.

"Hay algo que le afecta de una manera demasiado brusca" puntualiza Herbón y cree que puede influir la alta temperatura del agua que el mejillón "no puede soportar", la falta de nutrientes y la baja salinidad ya que no tiene ese color naranja y está salado.
 

"NO SE OBSERVA NADA ANÓMALO"

Por su parte, el departamento autonómico encargado de Mar detalla que "realizan un seguimiento constante" de la situación del marisqueo y de la acuicultura en las rías gallegas.

Así, el personal encargado de recoger las muestras "no observa nada anómalo o excepcional" diferente a los episodios de este tipo que se registran "todos los años".

En el ciclo de vida de los moluscos, informa Mar, "pueden influir varios factores" entre los que se encuentran los medioambientales, como la temperatura del agua.

Un trabajo "que ya hacen" dentro de los programas de monitorización del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño, aunque, puntualizan que "no se debe" hacer hipótesis sin un análisis continuado en el tiempo.

Para Mar el desprendimiento del mejillón de las cuerdas es "un fenómeno habitual" que tiene una incidencia variable de unos años para otros.

Esas variaciones dependen del agarre que tenga el mejillón de lo que influyen cuestiones como la acumulación de la mejilla alrededor del mejillón adulto, una cuestión que "provoca la caída de las cuerdas"; la caída del fitoplancton; la temporada de desove y también factores medioambientales.

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