Foto: EP

 

Lo peor de la crisis sanitaria ya ha pasado. La situación no es ni mucho menos parecida a la de las olas anteriores. Con un porcentaje altísimo de la población vacunada, los riesgos son hoy infinitamente menores a como eran hace unos dos años, cuando todavía se estaba inmunizando a parte de la ciudadanía. Las restricciones han caído en su totalidad y la normalidad parece haberse recuperado en prácticamente todos los ámbitos. Sin embargo, todavía son muchas las personas que precisan de un ingreso hospitalario si se contagian con la Covid-19. Concretamente, en estos momentos, Galicia cuenta con más de 280 ingresados por Covid, 41 más que hace 10 días.

 

Los casos activos son 2.668, muy por encima de los más de 2.200 que refería el SERGAS el pasado 9 de agosto. La cifra ha ido subiendo pero, cabe mencionar, que no es una cifra realista. Son muchos más, pero en estos momentos, con tantas personas que superan la enfermedad sin síntomas o con unas molestias moderadas, son muchos los casos positivos que pasan desapercibidos para las autoridades, que siguen realizando pruebas solo a personas con síntomas o pertenecientes a grupos de riesgo.

 

UNA OLA SILENCIOSA

Esta ola está siendo muy silenciosa, pero los hospitales están sufriéndola también. La alta movilidad propia de las vacaciones choca frontalmente con la ausencia de muchos profesionales sanitarios, de vacaciones en estas fechas, por lo que muchos servicios se encuentran hoy bajo mínimos o con camas directamente cerradas. Solo ayer se computaron 221 nuevos positivos.

 

No obstante, las cifras de hospitalizados son hoy todavía muy significativas. Hay 271 enfermos ingresados. A mayores, hay una docena de pacientes con coronavirus en las unidades de críticos. Solo en el área de A Coruña se concentran más del 50%, con hasta siete ingresados en las UCI y 74 en las áreas destinadas a la atención de los enfermos con Covid. Todavía son guarismos admisibles para la sanidad gallega, pero muy a tener en cuenta y que obligan a seguir de cerca esta evolución. 

 

Ferrol cuenta con dos pacientes en la UCI y 23 ingresados con coronavirus. Santiago tiene un enfermo de Covid en críticos y medio centenar de hospitalizados por los 22 de Vigo, que también tiene un paciente en UCI, como Pontevedra, que además añade 29 hospitalizados. Lugo, con 37 ingresados, y Ourense, con 36, tienen sus UCIs libres de Covid-19.

 

En lo que se refiere a decesos, son 4.210 ya desde el estallido de la crisis sanitaria, allá por marzo de 2020. Son 195 en lo que va de año y, en cualquier caso, los fallecidos oficiales de las cuentas del SERGAS, no la totalidad de muertes que ha causado la Covid, una cifra que todavía resulta incuantificable. La positividad ha repuntado este verano y no parece tener una caída próxima. 

 

ATENCIÓN EN EUROPA

No es, en ningún caso, una situación exclusiva de Galicia, sino que toda España está experimentando un escenario similar. El propio Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades ha notificado un aumento de casos en otros países de la Unión Europea. Los rebrotes responden, en parte, a la aparición de nuevas variantes, sin que ello signifique que sean mucho más lesivas o que provoquen un aumento de hospitalizados, algo que no han detectado. 

 

Sí constatan el aumento de infecciones en los últimos meses. Además de las nuevas variantes, con contagios de linajes similares al XBB.1.5 portadores de la mutación F456L, como la variante EG.5. De todas formas, explican que hay otros motivos por los que los contagios han subido tanto: "Las grandes reuniones durante las fiestas estacionales y los niveles más bajos de protección inmunológica contra la infección tras varios meses de incidencia muy baja de la enfermedad. Actualmente no hay indicios de aumento de las hospitalizaciones ni de presiones sobre los sistemas sanitarios".
 

Aunque las nuevas variantes pueden contribuir a un aumento de los casos, estos no se traducirán, consideran, en un empeoramiento del escenario epidemiológico. "Es poco probable que los niveles resultantes de enfermedad grave alcancen los de picos similares observados anteriormente durante la pandemia de COVID-19", aseveran.

"Sin embargo, como en el caso de otras variantes del SARS-CoV-2, las personas de edad avanzada y las que padecen enfermedades subyacentes podrían desarrollar síntomas graves si se infectan", apostillan, recalcando que estos grupos de riesgo siguen precisando de ser especialmente cautos. 

"En la medida de lo posible, todas las muestras positivas para el SARS-CoV-2 procedentes de sistemas de vigilancia representativos deberían secuenciarse y notificarse a la Iniciativa Mundial para Compartir Todos los Datos sobre la Gripe (GISAID) y/o al Sistema Europeo de Vigilancia (TESSy) para facilitar la evaluación de las variantes circulantes", remarca el organismo, que pide a los países una vigilancia exhaustiva para tener una mejor radiografía de la situación y, si fuese necesario, comenzar a vacunar con dosis de refuerzo en los grupos que estimen. 
 

 

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