En concreto los socialistas sumarían 128 escaños y los conservadores ciento 131. Con estos mimbres se antoja difícil que la suma de PP y Vox llegue a los 176 necesarios para la mayoría absoluta. Esta era la hipótesis más frecuente en las encuestas.
Los de Santiago Abascal se están perfilando como uno de los perdedores de la noche. En Vox cuenta ahora 33 diputados, que son 19 menos de los que consiguieron hace cuatro años.
Con todo, el partido de ultraderecha aguanta en tercera posición, pues la izquierda rupturista de Yolanda Díaz se quedaría en 30 escaños. Sumar no lograría igualar los resultados de Podemos, que hace cuatro años consiguió treinta y cinco.
Se empiezan a escuchar suspiros de alivio en la izquierda. Con tanto porcentaje ya escrutado se antoja muy complicado que el Partido Popular arrase en estas elecciones, como auguraban algunos sondeos. Además los conservadores lo tienen difícil para llegar a la mágica cifra de 176, incluso añadiendo los diputados de Vox.
Eso sí, hay que tener en cuenta que aún queda la mitad del escrutinio pendiente. Habrá cambios, de hecho la derecha está arañando escaños en las últimas actualizaciones, pero un vuelco sería algo sorprendente. Ahora mismo, por ejemplo, el PSOE es el más votado en porcentaje.
Con todo, por la izquierda tampoco aparece una mayoría absoluta fácil de configurar porque entre Sumar y el Partido Socialista solo alcanzan solo alcanzan 161, Necesitarían 14 más. Por su parte el bloque de la derecha sumaría ciento 164 diputados, necesitarían 12 más.
La diferencia entre los bloques es que el de la izquierda en teoría tiene más fácil conseguir socios para llegar a los 176, tirando de partidos nacionalistas como PNV, ERC o Bloque Nacionalista Galego.