La primera sesión, centrada en la lectura de los cargos a los tres policías acusados, que comparecieron desde prisión por videoconferencia, tuvo lugar este miércoles.
La Justicia del país asiatico ha atendido la solicitud de la familia de Diego Bello de trasladar el proceso de Surigao a Manila. Todavía no se ha fijado qué corte llevará el juicio en la capital de Filipinas.
Este 1 de marzo tuvo lugar la primera de las -previsiblemente- muchas sesiones que tratarán de esclarecer que ocurrió el 8 de enero de 2020, día en el que el gallego Diego Bello fue acribillado a balazos por tres agentes de la Policía filipina. La familia de Diego Bello, que comentó a Galiciapress sus esperanzas de que el proceso pueda determinar la culpabilidad de los hombres que asesinaron al joven empresario coruñés, emitió este miércoles un comunicado sobre cómo se desarrollo el juicio, en el que los investigados se declararon inocentes desde la prisión, ya que participaron en la vista de forma telemática.
La vista tuvo lugar a las 7 horas -14 horas en Filipinas- y se centró en la lectura de los cargos. A lo que sí ha atendido la Justicia filipina es a la petición de la familia de Bello de trasladar el expediente a Manila desde Surigao, ya que supone ofrecer al bufete filipino que se encarga de llevar el caso más medios y un mejor ambiente.
Queda pendiente ahora el parecer del Tribunal Supremo Filipino, encargado de determinar qué corte será la asignada para este caso. Será entonces cuando se dará paso a la instrucción preliminar, donde se acordarán, entre otros elementos, las pruebas y testigos que se van a presentar en el juicio, que todavía no tiene fecha.
"Se estableció como fecha para el Pre-Trial el próximo día 5 de mayo a las 14 horas (7 am española) de conformidad con las partes, sin embargo, está pendiente esta fecha de confirmación por la designación de la nueva corte en Manila, pudiendo esta cambiar la fecha de conformidad con las partes", señala la familia.
Superada esta etapa, comenzará el juicio, un proceso por el que aguardan en A Coruña con impaciencia después de más de tres años peleando y clamando para lograr justicia para Diego Bello.