Los representantes de la antigua Pescanova sigue reclamando a la nueva sociedad, dominada por la banca acreedora, que cancele el crédito supersenior de 125 millones de euros activado para lograr liquidez, alertando de que podría reducir a cero el patrimonio de la compañía. 


"Puesto que el valor patrimonial de Nueva Pescanova se estimó en unos 70 millones de euros aproximadamente y el efecto patrimonial negativo de la firma y disposición del crédito 'supersenior' se estima superior a esa cifra, el efecto neto supondría reducir a cero el patrimonio neto de Nueva Pescanova", señalan. 
Nueva Pescanova formalizó, con fecha 29 de diciembre de 2015, dicho crédito 'supersenior' por un importe de hasta 125 millones de euros, con un interés del 15% anual y una comisión de aseguramiento de 300 millones de euros a pagar a 20 años con un interés del 1%. 
Pero desde la banca acreedora, que controla actualmente Nueva Pescanova, ya justificaron en su momento la activación de este crédito para evitar la liquidación de la compañía, recordando que ya estaba contemplado en el convenio de acreedores que se firmó y aprobó judicialmente en 2014, después de que apareciese la impagable deuda de la antigua Pescanova.

La banca asegura configuró esta línea de financiación para poder ofrecer a los acreedores una rebaja de 300 millones en las quitas, una condición imprescindible para que apoyaran la salvación del grupo. Aseguran que las quitas planteadas por los antiguos administradores de Pescanova eran "inasumibles" y que el sobrecoste de 300 millones del crédito fue público desde un primer momento.


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