Si para Isaac Newton fue la manzana la que lo hizo formular su teoría de la gravitación, para Charles Darwin la culpa de que pudiese perfilar su teoría de la evolución de la especies y dar un vuelco para siempre a la biología y a la historia de la humanidad, pasando la ciencia a ocupar un espacio que hasta ese momento pertenecía exclusivamente a la religión, fueron unas pequeñas islas del océano Pacífico, que hoy podemos visitar con unas excursiones a Galápagos.

 

Iguana en las Islas Galápagos en un foto de EP

Las Islas Galápagos pertenecen a Ecuador y son un paraíso natural que todavía hoy, casi 500 años después de su descubrimiento, permanecen prácticamente intactas. La mano del hombre no se ha hecho notar mucho en este archipiélago, en el que existen tours a Galápagos con los que descubrir todos los secretos de las islas. Isabela, la más extensa, Santa Cruz, la más poblada, o San Cristóbal son algunas de las islas más representativas de una región compuesta por siete grandes islas y catorce islas de pequeñas dimensiones, además de más de un centenar de islotes. 

 

Los amantes de la naturaleza tienen una cita con este lugar idílico donde se encuentran algunas de las especies más extraordinarias de la fauna mundial. No por nada, hablamos de un lugar que ocupa el puesto número uno en biodiversidad a nivel mundial y que cuenta con hasta cuatro sitios declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 

En el agua podemos encontrar desde tortugas marinas hasta delfines, pasando por grandes depredadores como tiburones o tiburones martillo, o algunos gigantes como las ballenas. Entre sus arrecifes de coral podemos encontrar a las iguanas o a los leones marinos, así como algunas especies de pingüinos y cormoranes. 

 

CONSEJOS
Sin embargo, que el ansia por disfrutar en vivo de estas especies no nos haga perder el respeto por ellas. En primer lugar, hay que recordar que la presencia de viajeros puede perturbar el bienestar de los animales salvajes, que pueden tener un comportamiento impredecible en situaciones de estrés. Por eso, para evitar las situaciones de riesgo, tanto para ellos como para nosotros, es fundamental mantener la cautela y bajar el nivel de ruido lo máximo posible para incomodarlos lo más mínimo. 

 

Con todo, la fauna y la flora no son el único atractivo de este viaje, para el que podemos disponer de un relajante e inolvidable crucero, con todas las comodidades para aquellos menos aventureros y más proclives a encontrar el descanso en un entorno único e idílico. Ya sea solo, con amigos o en familia, las Islas Galápagos ofrecen una experiencia inigualable en la joya de la corona ecuatoriana. Un destino al que ya se acercaron más de 267.000 visitantes en todo 2022, apenas un 1,3% por debajo de las cifras prepandemia, lo que evidencia la recuperación del turismo en el país sudamericano, que tiene muchísimo que ofrecer. 

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