La avalancha sorpresiva de empadronamientos en un municipio pequeño como Castrelo de Miño ha puesto en alerta a formaciones políticas como el PSdeG, que ven en este suceso una forma de engordar de forma irreal el padrón municipal.
Los socialistas denuncian que muchos de los registros, 46 recientemente, se empadronan en casas "cerradas a cal y canto y deshabitadas", algunas propiedad de miembros del PP o sus familias.
Preguntado sobre este asunto, Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, recuerda que hay "una normativa clara" al respecto y que hay total libertad para que los ciudadanos se empadronen donde quieran "si cumplen los requisitos".
Faltan poco más de cuatro meses para las próximas elecciones locales, momento en el que muchos gobiernos municipales hacen balance de su gestión, repasan los puntos cumplidos de su programa y preparan los próximos comicios. Es en este último punto donde algunos vecinos y fuerzas políticas comienzan a ver movimientos sospechosos, relacionados en ocasiones con el número de residentes, que en algunos municipios se multiplican, quién sabe si fraudulentamente, justo en año de elecciones y cuando está a punto de cerrarse el acta de censados.
El último ejemplo de esta clase de prácticas lo encontramos en Castrelo de Miño, que contaba con más de 1.300 personas viviendo allí a comienzos del año pasado. Se trata de una localidad que contó con una afluencia a los colegios electorales de en torno al millar de personas. Sin embargo, el casi medio centenar de empadronamientos en esta pequeña localidad del Ribeiro ha puesto a las fuerzas políticas en alerta sobre lo que está ocurriendo en el municipio que gobierna el popular Avelino Pazos.
Los 46 empadronamientos registrados recientemente -solo catorce de ellos en dos únicas viviendas- suponen como el 5% de los votos en la última llamada a las urnas en un Concello en donde los resultados en 2019 fueron muy parejos y en donde el voto de un tránsfuga permitió al PP local hacerse con la alcaldía, pese a que el BNG fue el más votado por una diferencia mínima. Estos casi 50 nuevos votantes podrían declinar la balanza.
CASAS CERRADAS Y DESHABITADAS
Hay que tener en cuenta que estas prácticas caciquiles y muy arraigadas en el rural gallego no son exclusivas de un único color político, y que tampoco son un secreto, y menos en territorios pequeños, donde los sufragios, pese a ser secretos como en todos lados, son más fácilmente "rastreables", por lo que no resulta difícil estimar desde la mesa electoral de turno a quién votó el nuevo vecino.
La denuncia del PSdeG en este último caso ha sido presentada ante la Valedora do Pobo y el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya que aprecian "numerosas irregularidades" en el expediente consultado del padrón. En ese sentido, señalan que algunos empadronamientos están en casas "cerradas a cal y canto e inhabitadas", algunas propiedad de ediles "del PP, del tránsfuga e incluso familiares directos de cargos del PP".
El padrón constituye una prueba de la residencia en el municipio y del domicilio habitual en el mismo de la persona, lo que permite disfrutar de beneficios como las casas nido o las residencias para mayores. Además, a cuanta más población el municipio, más posibilidad de mantener algunos servicios y mayor partida presupuestaria se le puede asignar.
"LA NORMATIVA ES CLARA"
Ante esta polémica, y cuestionado por Galiciapress, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, insiste en que la normativa actual es "clara" y que "debería cumplirse".
“Aquí hay una normativa sobre empadronamientos. Luego depende de que se cumpla o se hagan distintas interpretaciones, pero la normativa sobre empadronamientos es clara y debería cumplirse", considera Rueda, que tampoco ve "necesario" alcanzar un pacto entre partidos para que se respete el texto.
"Es solo cumplir la normativa", recalca el mandatario autonómico. Con todo, puntualiza que sobre todas las cosas debe primar "el respeto a la libertad de las personas para empadronarse, cumpliendo los requisitos para estar empadronados donde ellos deseen". Esta postura entronca directamente con la adoptada por Pazos ayer: "Estamos en un país libre, cada uno se empadrona donde le da la gana".