Según una normativa medioambiental, serán las tabacaleras las encargadas de limpiar las colillas de las calles y las playas de España. Estos filtros liberan residuos plásticos tóxicos que pueden tardar décadas en descomponerse.
La normativa entró en vigor este viernes, pero aún así, no está claro cómo se aplicará ni si los costes se trasladarán a los consumidores de tabaco.
Un informe de la Fundación Catalana Rezero estimó que las autoridades locales de Catalunya pagan anualmente entre 12 y 21 euros por habitante para llevar a cabo la limpieza de cigarrillos de las vías públicas. Estas tasas se vuelven todavía más elevadas en zonas costeras.
El documento califica a los residuos de cigarrillos como "los más abundantes" en las playas del Mediterráneo occidental y añade que las medidas existentes para reducirlos, como campañas de sensibilización y ceniceros porrtátiles en las playas, han sido insuficientes.
Las nuevas normas responsabilizan a los fabricantes de la recogida de colillas desechadas, así como de su transporte para el tratamiento de los residuos.
La asociación de la industria tabacalera, la Mesa del Tabaco, declaró que sigue esperando detalles sobre cómo se aplicará la normativa, según informan medios locales.
LAS COLILLAS PUEDEN DIFICULTAR EL CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS
La mayor parte de las colillas contienen filtros de fibra de acetato de celulosa, un tipo de bioplástico que, según los científicos, puede dificultar el crecimiento de las plantas. Las nuevas normas pertenecen a una ley aprobada el año pasado que prohíbe los plásticos de un solo uso, como cubiertos y pajitas o sorbetes, elaborada para cumplir una directiva de la Unión Europea.
Irlanda introdujo el jueves una legislación similar que obliga a las tabacaleras a contribuir al coste de la basura de los cigarrillos.
Irlanda ya introdujo el jueves una legislación similar que obliga a las tabacaleras a contribuir al coste de la basura de los cigarrillos. Casi la mitad de la basura de este país europeo está relacionada con los cigarriloos, según ha indicado el Sistema Nacional de Vigilancia de la Contaminación por Basura de Irlanda.
España ha introducido una serie de medidas radicales para frenar el tabaquismo en los últimos años, pues todavía fuman en nuestro país una de cada cinco personas, según cifras de 2020. El pasado mes de julio se prohibió fumar en todas las playas públicas de Barcelona y se multó a los infractores con 30 euros.