En España tienen la pauta completa 40.677.172 personas, según el Ministerio de Sanidad. Por lo tanto, hubo un 0,001% de fallecimientos conocidos en personas que antes habían notificado algún efecto adverso tras haberse vacunado contra el coronavirus. 

 

El porcentaje de muertes relacionadas con las vacunas probablemente sea mucho menor en realidad, pues Sanidad indica que  en la mayoría de los casos la muerte "se puede explicar la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando".

 

Los últimos datos oficiales de la covid en Galicia muestran que la enfermedad sigue teniendo una transmisión relevante -posiblemente mucho más masiva de lo que indican las cifras oficiales, debido a las pocas pruebas- pero los índices de letalidad y de hospitalización siguen siendo bajísimos gracias, precisamente, a las vacunas. Por ejemplo, la letalidad a 30 días de la covid en Galicia está en un 0,75% cuando en el invierno de 2021 rozó el 4%.

 

La última vacuna de refuerzo a los mayores y vulnerables inyectada este otoño también  ayuda a entender porqué, pese a estos niveles de transmisión notables impulsados por el frío y la falta de medidas de distanciamento, hay menos de 150 hospitalizados. Son  menos de la mitad de los que había por estas fechas en 2020, antes de las vacunas. Una drástica mejoría en la presión sobre los hospitales del SERGAS que se aprecia  a pesar de que entonces, en 2020, los contagios eran muchos menos, debido a las restricciones, hoy casi desterradas por completo.

 

 

Joven vacunado de la COVID en Santiago de Compostela

 

Hasta el 13 de noviembre de 2022, se han administrado en España 108.694.855 dosis de vacunas frente a la COVID-19, habiéndose registrado 83.093 notificaciones de acontecimientos adversos, según el 18º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19, publicado por el Ministerio de Sanidad.

Los acontecimientos notificados con más frecuencia, tal y como se refleja en el trabajo, siguen siendo los trastornos generales (fiebre y malestar), del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético (mialgia y artralgia).

 

La mayoría de las notificaciones corresponden a mujeres (73%) y a personas de entre 18 y 65 años (82%). Ahora bien, desde Sanidad se recuerda que los acontecimientos adversos que se notifican no significa que estén relacionados con la vacunación, por lo que no son reacciones adversas, ni son de utilidad para comparar el perfil de reacciones adversas de las diferentes vacunas.

 

Asimismo, de las 13.820 notificaciones de acontecimientos adversos consideradas graves recibidas hasta el 13 de noviembre de 2022, 481 presentaron un desenlace mortal.

 

En la gran mayoría de los casos notificados en los que consta información sobre los antecedentes médicos y la medicación concomitante, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando, y las causas de fallecimiento son diversas, sin presentarse un patrón homogéneo.

 

"La vacunación no reduce las muertes por otras causas diferentes a la COVID-19, por lo que durante la campaña de vacunación es esperable que los fallecimientos por otros motivos diferentes sigan ocurriendo, en ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga relación con el hecho de haber sido vacunado", destaca el informe.

 

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