Las enfermeras gallegas llevan seis años sin poder desarrollarse profesionalmente en Galicia, tras la paralización por parte del Sergas del sistema conocido como la 'carrera profesional'. Denuncian una "ofensa individual" que afecta al 45% de los 8.000 profesionales de enfermería que trabajan en Galicia, que no han podido subir de categoría ni por antigüedad ni por méritos relativos a su implicación, formación, reciclaje profesional...
Y a la hora de reclamar que se retomen las negociaciones para la carrera profesional Sindicato de Enfermería se le ha ocurrido la idea de organizar una 'carrera hacia la carrera profesional' delante de la sede del Sergas en Santiago. Unos 30 profesionales han intentado alcanzar la ansiada meta del desarrollo profesional, esquivando a su paso obstáculos humanos que representaban la precariedad, los recortes, los contratos irregulares...
Todo para pedir, según la secretaria de SATSE Galicia, Carmen García, que se reconozca de nuevo la "implicación, dedicación y formación del profesional como un valor añadido al sistema". Denuncia la existencia de muchos profesionales que "no pudieron acceder ni al primer grado", viendo truncado desde el comienzo su desarrollo profesional. Asegura que la falta de incentivos no está influyendo en la prestación de servicios a los ciudadanos, ya que son "profesionales", pero asegura que eso no quita que exista un malestar entre el colectivo.
Desde Satse reconocen que la carrera profesional corre el peligro de quedar en un segundo plano frente a demandas más sangrantes como la falta de personal, o la convocatoria "ridícula" de 140 plazas de enfermería que ha convocado el Sergas. Pero aseguran que "una cosa no quita la otra", aunque el Sergas obligue a "priorizar". "Nosotros estamos defendiendo el empleo por encima de todo, que convoquen más plazas de enfermería para las necesidades que hay", pero también ven necesario abrir las negociaciones para acabar con el "agravio comparativo" que supone la paralización de la carrera profesional. No piden imposibles, saben que la situación no se resolverá "en un año". Pero reclaman que al menos se retome la negociación para que puedan analizarse sus demandas.