Hay acciones que tenemos interiorizadas en nuestro día a día. Comer 5 piezas de fruta al día, hacer 1 hora de ejercicio, cepillarnos los dientes tras comer... y otra de éstas, por lo menos hasta ahora, era la de beber 8 vasos de agua cada día. Y esto se ha puesto en duda en un artículo publicado recientemente por la revista Science, donde expertos aseguran que la ciencia "nunca ha apoyado la idea de los ocho vasos como una pauta adecuada".
Y es que según un estudio liderado por Dale Schoeller, profesor emérito de ciencias de la nutrición de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), a menudo confundimos el volumen total de agua con el agua bebida. De hecho, el estudio explica que gran parte del agua que llega a nuestro organismo procede de los alimentos que se consumen.
Yosuke Yamada, antiguo investigador postdoctoral de la UW-Madison en el laboratorio de Schoeller y actual jefe de sección del Instituto Nacional de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición de Japón, y John Speakman, profesor de zoología de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), son otros expertos que han colaborado en la investigación.
Schoeller asegura que han llevado a cabo un trabajo ("el mejor que hemos hecho hasta ahora") para medir la cantidad de agua que la gente consume realmente a diario (la rotación de agua dentro y fuera del cuerpo) y los principales factores que impulsan la rotación de agua. El estudio midió la renovación de agua de más de 5.600 personas de 26 países, con edades comprendidas entre los 8 días y los 96 años, y encontró medias diarias en un rango entre 1 litro al día y 6 litros al día.
NO HAY UNA PAUTA FIJA
En definitiva, lo que quiere dejar claro es que no existe una medida estándard, una pauta fija sobre la cantidad que debe beberse a diario. La nueva investigación midió objetivamente el tiempo que tardaba el agua en circular por el cuerpo de los participantes en el estudio siguiendo la rotación del "agua etiquetada". Los sujetos del estudio bebieron una cantidad medida de agua que contenía isótopos de hidrógeno y oxígeno rastreables. Los isótopos son átomos de un mismo elemento que tienen pesos atómicos ligeramente diferentes, lo que los hace distinguibles de otros átomos del mismo elemento en una muestra.
El volumen de renovación del agua alcanzó su punto máximo en los hombres del estudio durante los 20 años, mientras que las mujeres mantuvieron una meseta desde los 20 hasta los 55 años. Los recién nacidos, sin embargo, son los que más agua renuevan diariamente, sustituyendo alrededor del 28% del agua de su cuerpo.
DIFERENCIAS
El nivel de actividad física y el estado deportivo explican la mayor parte de las diferencias en la renovación del agua, seguidos del sexo, el Índice de Desarrollo Humano y la edad.
Así, en igualdad de condiciones, los hombres y las mujeres difieren en aproximadamente medio litro de renovación de agua. Como base de referencia, los resultados del estudio prevén que un hombre no deportista (pero con una actividad física media) de 20 años, que pesa 70 kilos y que vive a nivel del mar en un país desarrollado con una temperatura media del aire de 10 grados C y una humedad relativa del 50%, ingiere y pierde unos 3,2 litros de agua al día. Una mujer de la misma edad y nivel de actividad, con un peso de 60 kilos y que viva en el mismo lugar, gastaría 2,7 litros.