La consellera, Rosa Quintana, se rindió y el descontento generado por el texto de la Ley Acuícola y anunció que le daba carpetazo definitivamente a cuatro días vista de una manifestación convocada por el sector para rechazar el texto. Mientras el PP se unía a la oposición para pedirle al Gobierno gallego «a retirada de forma inmediata» de la ley acuícola.


La responsable de pesca de la Xunta no solo renunció al texto, sino que dio instrucciones para que se le comunicara a los más de 300 representantes del sector «que se olviden» de la Ley pues está no se tramitará. 

 De «triunfo» y «victoria» calificaron en la bancada de la izquierda la decisión de retirar definitivamente el borrador, una victoria que atribuyeron al sector formado por las cofradías de pescadores, bateeiros y mariscadores. 

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