El cierre del crédito a una constructora de gran tamaño -Aldesa está entre las 10 mayores de España- es algo preocupante para cualquiera economía, pero especialmente para la española, dado el peso del ladrillo y los precedentes de la burbuja inmobiliaria.
Ahora Aldesa responde argumentando que su situación económica no es mala y presumiendo del músculo de su matriz china, que es la antigua rama ferroviaria del ejército.
El telón de fondo de este intercambio de mensajes a través de los medios está la renegociación de la deuda de la constructora madrileña, que mantiene relevantes activos en Galicia, sobre todo en el sector eólico.
La compañía indica a Galiciapress que la información sobre una posible quiebra "no se corresponde en absoluto con la realidad de la compañía y puede crear una situación de alarma y daños considerables a nuestra actividad".
" Aldesa cuenta con recursos suficientes para continuar cumpliendo con sus obligaciones como ha hecho históricamente"
El primer punto de su argumentario de defensa es que Aldesa cuenta con recursos suficientes para continuar cumpliendo con sus obligaciones como ha hecho históricamente".
¿Cuáles son esos recursos? Como indicó Galiciapress, la principal baza de Aldesa es la magnitud de su principal socio, los asiáticos de China Railway Construction Corporation Limited . Su filial española señala que la matriz "es el tercer grupo de construcción más grande del mundo, con un capital registrado de 2.000 millones USD y calificación de riesgo crediticio A3 según el rating de Moody’s (el mismo de entidades de la talla del Banco Santander)".
Como prueba de que China Railway no dejará caer Aldesa recuerdan que "realizó una aportación de capital de 35 millones de euros entre mayo y julio", ejemplo de "más del alto grado de implicación y compromiso de CRCC hacia la compañía".
Aunque la tensión con sus acreedores es evidente, Aldesa insiste en que su situación no es apurada pues "a fecha de septiembre de 2022, Aldesa ha registrado un patrimonio neto de 100 millones de euros y su cartera alcanza la cota más alta de nuestra historia: 2.000 millones de euros".
También deja constancia de que la llegada de esos 35 millones desde China en primavera es algo extraordinario, destinado a "paliar los incrementos de precios del mercado que tanto están afectando a nuestro sector".
El aumento del precio de las materias primas ha provocado serios dolores de cabezas a todas las constructoras, sobre todo a las que, como Aldesa, se centran en la obra pública. Es un problema global, que ha contribuido a añadir tensión a muchos mercados inmobiliarios, incluido el chino, donde el Partido Comunista está en proceso de descinchar poco a poco una burbuja inmobiliaria china, de enorme tamaño.
Pese a las restricciones al nuevo crédito impuestas por Pekín a las constructoras chinas, CRCC, que también es principal operador de trenes del gigante asiático, dice que ha logrado aumentar sus beneficios en el primer semestre de 2022. En concreto, un 9,48% más, hastta los 1,9 billones de dólares, según la compañía.