La compañía donó a Bancos de Alimentos y entidades sociales más de 3 millones de kilos de alimentos "seguros para el consumo y no comercializados".
La firma, pionera en Europa, es ejemplo de un modelo para “impulsar medidas para prevenir el desperdicio y dar una segunda vida a los excedentes alimentarios”.
2021 fue un año especialmente complicado para muchas familias. La crisis de la Covid-19 golpeó con fuerza la economía de muchos hogares y las desigualdades siguieron abriendo brecha. Por eso, en los momentos de necesidad, El Corte Inglés respondió mostrando su lado más solidario, donando más de 3.406.000 filos de alimentos a entidades sociales y Bancos de Alimentos.
En el marco de su plan de Responsabilidad Empresarial, la empresa proporcionó estos alimentos, no comercializados y seguros para el consumo, manteniendo su compromiso de aprovechar, redistribuir y concienciar con la comida, en el décimo aniversario de un compromiso voluntario que fue pionero en Europa y que tiene a la Economía Circular como eje.
UNA SEGUNDA VIDA A LOS EXCEDENTES ALIMENTARIOS
En este marco, El Corte Inglés acordó, con otras empresas de la distribución, “impulsar medidas para prevenir el desperdicio y dar una segunda vida a los excedentes alimentarios”. De esta manera, la firma se adelanta a las exigencias de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que entrará en vigor a lo largo de próximo año.
Coincide, además, con el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra justamente este 29 de septiembre, fecha en la que la empresa se suma nuevamente a la ‘V Semana contra el Desperdicio Alimentario’, promovida por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores.
“Desde el 26 de septiembre y hasta el 2 de octubre, la compañía está realizando acciones especiales de sensibilización e información con clientes y empleados, a través de la cartelería, la megafonía, intranet, web comercial y redes sociales”, explican en un comunicado.