Los vecinos de la parroquia de Meira con cubos de agua y mangueras para sofocar el fuego, a 22 de agosto, en la parroquia de Meira, en Moaña, Pontevedra, Galicia (España).
A nadie se le escapa que de no ser por la fulgurante intervención de los vecinos y de los medios de extinción -incluídos numerosos aéreos- , docenas de viviendas de Meira pudieron arder.
UN PROBLEMA FRECUENTE
Uno de los factores que explican la peligrosidad es la proximidad de la vegetación, especialmente eucaliptos, a los inmuebles. Es algo habitual no solo en Meira, sino también en otras muchas partes de O Morrazo y de la Galicia atlántica.
O que fai máis perigoso é a proximidade de vexetación, neste caso son eucaliptos quen non gardan a distancia que deberían coas vivendas, ou estado no que se atopan as fincas.- Runén Pérez, bombeiro forestal
"É unha zona complicada pola pendente e o que fai máis perigoso é a proximidade de vexetación, neste caso son eucaliptos quen non gardan a distancia que deberían coas vivendas, ou estado no que se atopan as fincas, por iso temos que facer aínda o traballo de arrefriar este perímetro", indicó a la TVG el bombero forestal Iván Pérez.
¿50 METROS DESDE DÓNDE?
La Ley 3/2007 de prevención y defensa contra incendios forestales de Galicia obliga a mantener limpia una franja de 50 metros al rededor de las casas. En ningún caso en esa franja puede haber especies pirofitas como eucaliptos, que casi monopolizan los montes de la costa de Galicia, o pinos. Tampoco algunos arbustos, que también son calificados de pirófilos por la Ley, como acacias, toxos o xestas.
Los 50 metros de protección hay que medirlos desde los paramentos exteriores de las edificaciones, viviendas aisladas y urbanizaciones, o los límites de sus instalaciones anexas. Es decir, que si hay un galpón anexo, hay que rozar 50 metros a su alrededor. Algo que a la vista de todos está se incumple abiertamente en muchos lugares.
Pérez indicó que los vientos fuertes de la tarde de ayer ayudaron a la rápida propagación de las llamas, aunque afortunadamente no soplaban hacia las casas. El problema es que por la noche rolaron hacia el oeste, hacia Cangas, por lo que cualquier reactivación pudo llevar las llamas hacia los inmuebles.
POSIBLE CAUSA
La alcaldesa de Moaña (Pontevedra), Leticia Santos, destaca que "está bastante controlada" en la mañana de este martes la situación del incendio que amenazó casas en la parroquia de Meira el pasado lunes.
Con base en la información que le han trasladado los vecinos que vieron iniciarse el fuego y el 112, "se sospecha" que comenzó por una chispa debido a unas tareas de desbroce, a falta de que de se realice la investigación sobre lo sucedido.
TRABAJO DE LOS VECINOS
En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa ha valorado la "coordinación" de los vecinos que se unieron "solidariamente" para apagar el fuego con calderos y mangueras, al tiempo que agradece las tareas de los medios de extinción, lo que "favoreció" que se pudiese contener el fuego "y se pudiese evitar una auténtica tragedia".
Igualmente, se ha mostrado "muy agradecida" al conselleiro de Medio Rural, José González, quien acudió en persona hasta el municipio para seguir las tareas de extinción del fuego, que en la mañana de este martes se encuentra estabilizado tras arrasar unas 20 hectáreas.
QUEMAS PREVENTIVAS
Así, la situación "estuvo tranquila toda la noche", ya que el viento se apaciguó, durante la cual trabajó "una brigada de cerca de 30 personas", con unas ocho motobombas y varios vehículos nodriza para abastecerlos. Además de tareas de refresco, se realizaron quemas preventivas. Aunque "focos parece que no hay" este martes, Santos señala que todavía hay "mucho humo".
Por su parte, resalta que la Policía Local estuvo apoyando hasta las 3,00 horas de la madrugada para guiar a las motobombas e indicar los puntos en los que poder cargar agua.
La regidora apunta que no fue necesario desalojar ninguna vivienda, si bien muchos vecinos salieron de sus casas para ayudar en las tareas de extinción. Finalmente, no resultó quemada ninguna casa.