La prevalencia más alta de tics se encuentra entre los cuatro y los seis años de edad, sobre todo en varones

La alta prevalencia de los tics en la infancia alerta frecuentemente a los progenitores y a las familias. Estos afectan hasta un 23% de los niños y sobre todo a los varones. La mayoría se encuentran en un rango de edad variable, de los cuatro a los diez años, aunque la mayor incidencia está entre los cuatro y los seis, tal y como afirma la doctora Erika Torres San Narciso, coordinadora del Servicio de Neurociencias del Hospital QuirónSalud Alicante y Torrevieja.

 

Los tics son contracciones musculares breves, involuntarias, súbitas y no rítmicas, que se manifiestan como movimientos estereotipados y sin un propósito. Según afima la doctora Torres, "los tics están generalmente precedidos de una sensación corporal interna o necesidad de realizar el movimiento que genera tensión psíquica en el indivíduo y se alivia al manifestar el tic. Son controlables por la voluntad o profanos como un comportamiento intencionado del sujeto".

 

Dentro de los tipos de tics que nos podemos encontrar, los más conocidos son los motores, aunque también pueden ser fonológicos, provocando vocalizaciones, gritos, gruñidos, etc. Pueden también afectar a un solo grupo musular (simples) —como es el caso de la musculatura que forma parte de la cabeza (cejas, boca, nariz...) o los tics más complejos, como movimientos enlazados, que afectan a varios grupos musculares y también pueden combinar varios tipos de tics.

 

En su mayoría son transitorios y desaparecen de manera espontánea sin necesidad de tratamiento. Algunos pacientes que no mejoran en la infancia pueden hacerlo en la adolescencia o en la edad adulta. "Este tipo de pacientes", aclara la neuróloga, "pueden fluctuar en la clínica, presentando etapas con un control muy bueno de la sintomatología con etapas de más frecuencia de aparición del tic que en general están asociados con estrés, cansancio, mal descanso nocturno… Realizando un manejo multidisciplinar estos pacientes tienen una muy buena calidad de vida".

 

La mayor parte de los tics son transitorios. Es decir, desaparecen de manera espontánea sin que estos necesiten de tratamiento. De hecho, algunos pacientes que no mejoran en la infancia, puede que lo hagan más adelante en la adolescencia o incluso en la edad adulta. "Este tipo de pacientes pueden fluctuar en la clínica, presentando etapas con un control muy bueno de la sintomatología con etapas de más frecuencia de aparición del tic que en general están asociados con estrés, cansancio, mal descanso nocturno... Realizando un manejo multidisciplinar estos pacientes tienen una muy buena calidad de vida", aclara la neuróloga de QuirónSalud.

 

¿Cómo se pueden tratar los tics?

El tratamiento de los tics, según indica la doctora Torres, "debe ser totalmente individualizado dependiendo de la clínica que predomine en el paciente". Para el paciente que tiene un tic simple solo se tratará si este le limita su funcionalidad diaria. El tratamiento en general es farmacológico (neurolépticos, inhibidores de la recaptación de serotonina…) se aconseja un manejo multidisciplinar con terapia cognitivo conductual para los pacientes con alteración conductual y en algunos casos seleccionados pueden beneficiarse del tratamiento con toxina botulínica. Cuando el paciente es refractario a tratamiento farmacológico se puede plantear la opción de la estimulación cerebral profunda mediante cirugía", concluye la coordinadora del Servicio de Neurociencias del Hospital QuirónSalud Alicante y Torrevieja.

POWERED BY BIGPRESS