El guardameta vigués lleva años en la agenda de las secretarías técnicas celestes, pero por distintos motivos nunca se ha consumado su fichaje.


Este podría ser el verano. La urgencia de los celestes y la mala temporada del Sporting podrían traer a Galicia a Mariño.


Diego Mariño | Foto: Sporting de Gijón 


Una muy buena temporada la de Dituro bajo los palos de Balaídos. Pero el 8 de mayo cumplió 35 primaveras, motivo que echó para atrás al Celta a la hora de pagar la cláusula pactada en su cesión para retener en propiedad al argentino. Solo un día después, el vigués Diego Mariño, cancerbero del Sporting de Gijón, sopló 32 velas. Son tres menos y un bagaje en Segunda División que evidencia que la categoría de plata se le queda pequeña al gallego, que cada verano suena para ocupar la portería del Celta de Vigo.


Ya el año pasado parecía cantado su fichaje, tras la retirada de Sergio Álvarez y el deseo de Coudet de traer competencia más allá de Rubén Blanco. Dituro, hombre de confianza del Chacho, fue la opción que se impuso y el buen año del arquero sitúan su cesión como un acierto, pero ahora en Vigo necesitan traer a alguien con perspectiva de futuro y capaz de ofrecer un rendimiento inmediato.


MARIÑO, OTRA VEZ

Es en este escenario en el que, otra vez, emerge el nombre de Diego Mariño, que no viene de vivir su mejor curso en El Molinón pero que se ha ganado con creces el beneficio de la duda. No ha sido un año sencillo para los asturianos, llamados a pelear el ascenso y con el barro hasta las rodillas hasta las últimas jornadas, cuando sellaron la permanencia. Una reestructuración más que anunciada por Abelardo podría poner a Mariño en el mercado, en busca de ingresos que les permitan recomponer la plantilla.


Mariño jugó 32 partidos -su cifra más pobre en 5 años- y fue suplente en la recta final del campeonato, cuando el Sporting se jugaba las castañas. Esta falta de confianza, sumado a su alta ficha y a que solo le queda un año de contrato, lo ponen en el disparadero.


COMPETENCIA EN POLONIA

En Vigo tampoco quieren excesos y no pagarán ninguna cantidad desorbitada para reforzar el arco. Además, Mariño es en estos momentos un nombre más, ya que en A Sede han puesto sus ojos sobre Majchrowicz, jovencísimo meta polaco del RKS Radomiak Radom, según las informaciones que llegan desde Europa central.


Menos conocido, más joven y, aparentemente, con el aval de Campos, por lo que la opción del polaco podría estar ahora mismo en la pole para suplir a Dituro. Luego, nombres como Lunin o Iñaki Peña suenan cada cierto tiempo, ya que en sus equipos no tienen sitio y Vigo parece una buena plaza para foguearse. 

POWERED BY BIGPRESS