El desarrollo del turismo ha sido la principal apuesta económica de Galicia en las últimas décadas y una de las pocas exitosas. Sin embargo, no todos los gallegos están de acuerdo con las avalanchas de visitantes. En Cangas acaba de nacer la Plataforma de Afectados polo Turismo do Morrazo , que reclama alternativas al "sobreturismo" que soporta la villa y su comarca.


El aparcamiento de Altamira en Cangas fue habilitado hace unos pocos años pero en verano es frecuente no encontrar sitio.png 


El padrón oficial  del año pasado coloca a Cangas con 26.708 habitantes En agosto, el municipio acoge, según datos del colectivo, más de 80.000 personas. A mayores, las docenas de miles que cada día -especialmente los fines de semana- inundan sus playas, sobre todo procedentes de Vigo.


Uno de los portavoces de la Plataforma, Daniel Vila, denuncia que "fomentando tanto turismo lo que provocas es que mucha gente del pueblo no encuentre casa, hay mucha gente de aquí que acaba expulsada porque el 90% de los alquileres están pensados para el turismo". En declaraciones a RNE, Vila alerta que las administraciones "no han pensado como regular" el fenómeno turístico.


"Fomentando tanto turismo lo que provocas es que mucha gente del pueblo no encuentre casa, hay mucha gente de aquí que acaba expulsada porque el 90% de los alquileres están pensados para el turismo"


¿Tiene base esta acusación? En teoría, las administraciones gallegas llevan tiempo reconociendo de los riesgos de la masificación. En la práctica las medidas concretas para combartirla son práticamente inexistentes.


Por ejemplo, el Plan Estratégico Provincial de Turismo 2021 - 2023  de la Deputación de Pontevedra señala como uno de las amenazas que "el incremento del conocimiento sobre las islas de la provincia de Pontevedra pueden dar lugar a un nuevo 'sitio de moda', provocando una masificación turística incontrolada en próximos periodos vacacionales".


SANCIONES, POCAS Y TARDE

Cangas es uno de los puertos de embarque para las Illas Cíes. La sobreventa de billetes a  Cíes era tan evidente que la Xunta  mandó a la Policía, dejando pasajeros en tierra en 2016. Con todo, las sanciones impuestas por la Justicia fueron irrisorias. Menos de 8.000 euros tuvo que pagar la única naviera acusada, Nabia. 


La Xunta tiene en marcha sus propios expedientes disciplinarios, pero su tramitación no es ágil. El escándalo saltó en 2016 y cinco años después aún no los ha resuelto.


La falta de apetito de la Xunta por poner límites al sobreturismo también se nota en el aspecto tributario, negándose a aprobar el impuesto especial -la mal llamada tasa turística- que el Ayuntamiento de Santiago de Compostela lleva lustros reclamándole, con el apoyo incluso del PP, que gobierna la autonomía.


TODOS PERJUDICADOS, UNA MINORÍA BENEFICIADA

Nadie niega que el atractivo del casco histórico de Santiago o del litoral de Cangas do Morrazo es un motor para la economía gallega. Un  problema es que el reparto de los beneficios no alcanza a tanta parte de la población como la que tiene que soportar los inconvenientes del sobreturismo. La Plataforma morracense estima que solo el 25% de los vecinos saca algún rendimiento directo de los viajeros.


¿Qué medidas se pueden adoptar? La iniciativa reclama, entre otras, la regulación de los de los alquileres turísticos. Lo cierto es que ya existen unas normas autonómicas para regularlos, pero esas normas no establecen límites a cuántos pisos turísticos puede haber, por ejemplo, en una villa como Cangas. 

 

¿HAY ATASCOS? ¡AMPLIEMOS LA VÍA RÁPIDA!

Otro aspecto que preocupa a la Plataforma es el medio ambiente. La avalancha diaria de vehículos en festivos como la inminente Semana Santa provoca atascos que -además de una fuente de molestias- son focos de contaminación. Además, los coches invaden los aledaños de las playas -algunas espacios protegidos- y del mirador de A Costa da Vela porque no hay aparcamientos regualdos.


El tráfico es uno de los ejemplos más claro de las contradicciones entre el discurso oficial crítico con la masificación y las políticas que se toman en la práctica. 


Los atascos en el Morrazo en verano eran legendarios hasta la apertura del Corredor do Marrazo hace  más de una década. La mejora  sirvió para atraer más veraneantes de ida y vuelta desde Vigo, lo que provocó nuevos atascos, lo que llevó a la Xunta a duplicar la carretera convirtiéndola en autovía. Vía de dos carriles que ya vuelve a sufrir atascos todos los veranos, pese a la ampliación del Puente de Rande.


Por otro lado, los vecinos de Cangas disfrutan de una vía de alta capacidad que ha mejorado su calidad de vida, cuando no hay atascos playeros. El millonario desembolso de dinero público en el Corredor del Morrazo -solo el tramo entre Domaio y Meira costó 18 millones de euros en 2015- contrasta, eso sí, con el pésimo estado de las vías secundarias . Tampoco hay ningún transporte público a las playas, lo que agrava aún más las avalanchas de vehículos. 


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