El delantero del Celta de Vigo se enfrenta a una petición de la Fiscalía de hasta 8 años de prisión.
Santi Mina | Foto: EP
El Celta de Vigo se reenganchó este fin de semana a la pelea por Europa con un triunfo agónico ante el Mallorca. Sin embargo, por la cabeza de Santi Mina es muy posible que el fútbol no sea lo principal en estos momentos. Tal vez por eso fue suplente en detrimento de Galhardo y no jugó hasta superada la hora de partido. Y es que el vigués se enfrenta a una pena de prisión de 8 años por una acusación de abuso sexual.
El juicio por estos hechos, ocurridos hace ya cinco años en Mojacar, cuando el ariete tenía contrato con el Valencia CF, arranca a finales de este mes, con las vistas de los días 28 y 29 de marzo, además de la última del 4 de abril.
El delantero deberá comparecer en el juzgado en la sección III de la Audiencia de Almería. El futbolista siempre ha guardado silencio por este caso y desde el club, si bien condenan todos los actos de abuso, se remiten a la presunción de inocencia.
La noche de los hechos Mina se encontraba acompañado del también canterano del Celta David Goldar, hoy jugador del Ibiza. La presunta agresión sexual, según relata el escrito de la Fiscalía, tuvo lugar en una caravana, estacionada cerca de una discoteca. La denunciante afirma que Mina “introdujo su pene desnudo y erecto en su boca sin preguntar", algo a lo que ella se negó y consiguió zafarse.
“A continuación, el procesado la empujó hacia atrás en la cama agarrándola fuertemente del brazo derecho, introduciéndole tres dedos de la mano derecha en la vagina", agrega el escrito de la Fiscalía. De probarse estos hechos, el futbolista gallego podría acabar en la cárcel, además de una orden de alejamiento de 500 metros con la víctima durante diez años.