No es aconsejable echarse siestas más largas que media hora porque dificultan los periodos prolongados de descanso durante la noche que son claves para regenerar nuestro organismo.


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La realidad es que tanto dormir como comer son algunos placeres que existen para tener un buen estado de salud. Pero eso no siempre se da como las personas quieren. El trabajo, el día a día... muchas causas que evitan que el cuerpo descanse y se duerma bien. María José Masdeu, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española del Sueño, ha hablado con Infosalus acerca de la importancia que tienen dormir bien. 


"Durante la pandemia nos hemos visto sometidos a situaciones de estrés emocional intensas. En muchos se ha generado miedo, aparte por supuesto del desconocimiento sobre lo qué sucederá, o el estrés laboral que se está creando en muchas profesiones. Esto afecta a nuestros patrones de sueño", ha explicado. 


La pandemia ha cambiado la vida de las personas en todos los sentidos. Estar confinados ha obligado a todo el mundo a modificar sus rutinas y eso afecta directamente al sueño de las personas, tanto en calidad como en cantidad. No solo son las rutinas, sino que la falta de luz solar también es un factor importante que influye en dormir bien. 


La doctora explica que se puede saber si al levantarte estás cansado o si te cuesta salir de la cama son algunos síntomas que podrían revelarlo. Otro aspecto que marca mucho la calidad del sueño es realizar siestas muy prolongadas. "No deberían ser superior a los 15-30 minutos después de comer", ha asegurado. 


DEBES DORMIR ENTRE 7 Y 9 HORAS DIARIAS


"Lo que se considera bueno para la salud es dormir entre 7 y 9 horas diarias", ha comentado la doctora. Eso sí, existen algunas personas que genéticamente están preparadas para dormir menos y con 6 horas pueden tener suficiente. Además, en el bando contrario, están los adultos que tienen la necesidad de dormir más de 9 horas al día para poder funcionar durante el día. 


Por tanto, cada persona está programada para dormir unas horas, pero la realidad es que si una persona no descansa lo necesario puede estar perjudicando a su salud. "Dormir poco puede provocar obesidad, enfermedades del corazón y favorece la aparición de diabetes", ha asegurado la doctora. 


Lo más importante para poder tener una buena calidad de sueño es mantener las rutinas y respetar los ritmos biológicos de cada persona. Así que asegura que todo el mundo debería estar preparado para irse a dormir a partir de las 23 horas de la noche. 


Otro de los consejos que ofrece es no hacer ninguna actividad que conlleve una gran cantidad de luz. Lo más recomendable es hacer cosas que bajen el ritmo de cada uno, asegura la doctora. Además, salir durante el día y recibir la luz del sol es importante para que el cerebro también tenga un ritmo. 

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