Los socialistas lo tienen muy complicado con el socio que le ha tocado en el gobierno y que en algunos casos parece marcarle el camino, o ponerle piedras.
La vuelta a la “normalidad” después de las vacaciones estivales no está siendo nada aburrida gracias a la llamada clase política, Los días de descanso les han cargado las pilas para afrontar los cuatro meses que quedan para despedir este 2021, que no ha sido ha sido nada gratificante, y con la incertidumbre de que aún puede ser peor. La ilusión, la esperanza y el sentido del humor pueden ser unos buenos compañeros en este trayecto.
Con los cien días de gobierno ¿bipartito?, que cada partido ha valorado según su criterio, no ha habido tiempo para digerirlo cuando ya se piensa en los actos del 11 de septiembre, Diada Nacional de Catalunya, con presencia de manifestación bastante disminuida, según dicen, aunque los convocantes piensen que al final se podrá arreglar. Esta, según la asistencia de público, quiere ser un aviso para el gobierno central, pero también para el catalán, ya que será días antes de que se produzca la reunión de la mesa de diálogo donde la parte catalana -no se conoce aún la composición de la misma, la otra tampoco - llevará como siempre sus reivindicaciones: referéndum sobre la independencia de Catalunya y amnistía. El presidente catalán reconoce que el diálogo con el gobierno de Pedro Sánchez “es el más complejo que se ha iniciado en los últimos años”, “pero vamos a ir con la máxima ambición” afirma Aragonés.
Mientras, En Común Podem, el socio de Unidas Podemos, y su presidente, Jaume Asens, ya ha declarado que Podemos llevará a la mesa un documento de cinco puntos: la agenda de desjudicialización, el reconocimiento de Catalunya como singularidad nacional, la reforma del sistema financiero, el blindaje del autogobierno y "acabar en una votación en las urnas". Casi nada la propuesta de un partido que forma parte del gobierno. Decía Bertran Rusell que “Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar”.
Por si no estuviera animado el patio, la Mesa del Parlament - la parte independentista- ha decidido otorgar la Medalla de Honor, categoría de oro, a las “víctimas de la represión” en la causa general contra el independentismo. Una decisión que ayuda mucho a cerrar heridas y a pensar que la segunda institución de Catalunya representa a todo el pueblo de Catalunya, cosa que una vez más no ha sido así. Además de constituir una puñalada trapera al presidente Aragonés que se encuentra en medio de tantas y desagradables situaciones, algunas de ellas le vienen de su propio partido. Así que Borrás la ha vuelto a liar, porque le gusta estar en la primera línea mediática. “Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis” decía el filósofo, escritor, político y humanista del Renacimiento Michel de Montaigne, y no le faltaba razón
Pero septiembre está aquí y en lo que queda de año hay que resolver la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas, que está generando discrepancias incluso en el propio ejecutivo catalán. ¿Cómo se resolverá? Como diría un político “bien, como siempre” y que cada uno saque su propia interpretación, que es gratis.
La renuncia de Iceta a la primera secretaría- estaba ya cantada- y la” postulación” de Salvador Illa para reemplazarlo no ha cogido a nadie de improviso después de haber sido el candidato socialista en las elecciones catalanas. ¿Mucha renovación en la nueva ejecutiva y Consell Nacional? A partir del congreso, se producirán los cambios en las distintas agrupaciones y federaciones con bastantes cambios en sus dirigentes, según nos comentan.
Y por si no hubiera suficiente, el gobierno de Pedro Sánchez se ha encontrado con que su socio de Unidas Podemos, que ha presentado en el Congreso una Proposición de Ley para la creación de una empresa pública de energía, una medida populista que está calando en la ciudadanía. El titular es bueno, el contenido si alguien lo explica verá que si es posible llevarlo a cabo, será a largo muy largo plazo, por no decir imposible. Los socialistas lo tienen muy complicado con el socio que le ha tocado en el gobierno y que en algunos casos parece marcarle el camino, o ponerle piedras. Así que, el entretenimiento está garantizado, sin tiempo para aburrirse.