Este día 5 de agosto, jueves, pasará a la historia del mundo del fútbol y en especial para los seguidores del Barça. Joan Laporta, presidente del club azulgrana, anunciaba la marcha de Leo Messi por cuestiones económicas que le impiden inscribirlo en la Liga y convocaba para el día siguiente una rueda de prensa para explicar lo sucedido. La marcha de Leo ha sido una noticia bomba cuando horas antes se esperaba el anuncio de la firma del nuevo contrato.Todo cambió en pocas horas.


Archivo - Lionel Messi deja el FC Barcelona / ep


En rueda de prensa, Laporta empezaba echándole la culpa a la “nefasta gestión” de la anterior directiva que ha dejado deudas y ha llevado al club a una situación muy complicada. “Hemos recibido una herencia nefasta y la masa salarial deportiva representa 110% de los ingresos del club. No tenemos margen salarial. Las normas que rigen La Liga marcan unas limitaciones", ha explicado el presidente, quien ha insistido en la falta de flexibilidad de La Liga. A las preguntas de los periodistas, no se ha salido del guión estudiado ni cuando le han preguntado sobre la posibilidad de agotar los plazos marcados. La decisión estaba tomada y parece que los aficionados no deben hacerse ilusiones: Leo Messi deja el Barça y todo hace pensar que su próximo equipo está en Francia, el PSG, donde le espera su amigo Neymar, con el que ha compartido alguna comida en Ibiza este verano.


Lo que se ha comprobado en esta catarsis del Barça es que Laporta ha incumplido su promesa estrella electoral: Messi seguirá en el Barça, promesa que no se ha cumplido y pasará a la historia por ser el presidente que ha “echado” al mejor jugador del mundo. No es la única mentira del habilidoso Laporta, La situación económica la conocía. Esta es una excusa de mal pagador, como se suele decir. Además “la mejor defensa es un buen ataque”.


Laporta era conocedor, como el resto de candidatos de estas pasadas elecciones, de la situación económica del club


Laporta era conocedor, como el resto de candidatos de estas pasadas elecciones, de la situación económica del club, y la salida que había dejado Bartomeu para solucionar los temas. El ahora presidente ha tenido tiempo suficiente para buscar una solución económica del club que garantizara la permanencia del Leo en el equipo. No ha querido hacerlo por los motivos que sólo él conoce, ya que el jugador argentino había aceptado las propuestas del club, donde se encontraba muy a gusto y además por su familia que no quiere marcharse de Barcelona. Sus hijos están muy integrados y ya se sabe que la familia tira mucho.


Con este panorama veraniego, y a punto para empezar LaLiga, Laporta ya ha dado, como era de esperar, su primer gran golpe- amen de colocar a sus parientas y amigos en el club y enviar a la calle a unos cuantos ejecutivos y trabajadores-, y no será el único.


Ahora toca esperar a que hable Messi, después sus ya excompañeros y por último, o a la par, el expresidente Bartomeu, que tendrá que responder de las graves acusaciones de Joan Laporta. Un culebrón que se va a prolongar durante un buen tiempo. La serpiente de verano ya ha salido y promete ser entretenida.


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