A la orquesta Marbella le tocó el desafío de inaugurar en Marín el retorno de las orquestas a las noches gallegas en unas condiciones que aún no son de todo las habituales.
La prueba piloto, sin incidentes y amenizada por la orquesta Marbella, rozó el aforo completo con 780 personas
La verbena gallega se examinaba este sábado en seis localidades distintas y, tal y como han comentado a Europa Press autoridades, músicos y público asistente al evento celebrado en el ayuntamiento de Marín, al menos en la localidad pontevedresa el sector ha pasado el examen "con nota".
Entre las 21,00 horas y las 23,00 horas del sábado, la orquesta Marbella amenizó la noche del municipio, al tiempo que otras cinco agrupaciones hacían lo propio en Arteixo, Noia (A Coruña); Tomiño (Pontevedra); O Carballiño (Ourense); y Mondoñedo (Lugo).
Una hora y media antes de empezar la verbena, el aparcamiento de la Plaza de España --donde se celebraba la fiesta--, abrió las puertas bajo estrictas medidas de seguridad "con el objetivo de evitar aglomeraciones". Los afortunados que consiguieron hacerse con una entrada --los 1.000 tickets disponibles se agotaron el mismo día que salieron--, debían presentarla en el punto de control para ser acompañados después por un miembro de seguridad a la parcela asignada --de las 167 disponibles, con un aforo máximo de seis personas cada una--.
Una de las mismas estaba ocupada íntegramente por tres matrimonios de Marín que, como declararon a Europa Press, tenían ya "muchas ganas de salir después de los dos años pasados". Las parejas, "amigas de toda la vida", condicionaron el éxito de la prueba piloto "a la responsabilidad de cada uno".
"Esto saldrá bien si somos responsables, si tenemos 'sentidiño'; depende más de nosotros que de otra cosa", explicó uno de los asistentes, que subrayó la importancia de "apoyar" a las orquestas, "un sector que ha sufrido tanto".
Por su parte, la alcaldesa de Marín, María Ramallo Vázquez, pedía también, minutos antes de empezar la verbena, "responsabilidad" y se mostraba además "muy ilusionada" y optimista respecto a la prueba. "La gente tiene muchas ganas, de hecho se están animando a pesar del clima, y creemos que van a ser responsables. Espero que sirva de termómetro para seguir celebrando este tipo de eventos este verano", señaló Ramallo.
AFORO CASI COMPLETO
Prácticamente se alcanzó el aforo completo, puesto que 780 personas, tal y como ha informado el Ayuntamiento, acudieron a la verbena. Ni la lluvía, prácticamente constante durante las horas de concierto, desanimó a un público "con ganas de darlo todo". "Llevamos dos años encerradas y ya necesitábamos venir a una de estas, aunque fuese por nuestra salud mental", han comentado dos amigas, una de Pontevedra, y la otra de Ourense. Las veinteañeras destacaron además que en Galicia, la lluvia no es "excusa" para no ir a una verbena.
Ni la organización ni la propia Marbella, como reconoció su cantante durante la actuación, esperaban tanta afluencia de gente joven, lo que en gran medida justificó un repertorio enfocado a los más mayores, cargado de cumbias, merengues y pasodobles, "y sin ningún reggaeton", algo que no acabó de gustar a un grupo de jóvenes marinenses de 17 años que, con todo, no dejaron de bailar "porque ya había muchas ganas".
El público demostró que tenía ganas de volver a pisar un 'campo da festa' bailando y cantando, paraguas en mano, prácticamente cada canción interpretada por Marbella. Como señaló otro de los asistentes al terminar la fiesta, fue "una verbena con aires de normalidad".
Los detalles que solían estar presentes en este tipo de eventos --declarados Patrimonio Cultural por unanimidad en el Parlamento de Galicia--, tampoco faltaron en la prueba marinense: los espectadores de más edad fueron abandonando el recinto a medida que Marbella dejaba los pasodobles y las rancheras y se centraba en cumbias y merengues; la orquesta repartió además saludos entre el público y miembros de la administración --que en esta ocasión representaban el papel de las 'comisiones de fiestas' de la etapa pre-covid--, y hasta le dedicó una canción a Carolina, una joven de Marín que este sábado cumplía años.
El público iluminó el aparcamiento de la Plaza de España con las linternas de sus teléfonos móviles y hasta con alguna conga, siempre dentro de las parcelas delimitadas, algunas de ellas con niños para los que la prueba de este sábado era su primera verbena.
"Teníamos muchas ganas de venir con él a una porque tiene dos años y aún no había estado en ninguna", explicó un matrimonio de Pontevedra que acudió a la fiesta con su hijo pequeño. "Más o menos por la mitad, necesitó un descanso en la silla, pero aguantó las dos horas despierto y muy atento. Creo que le gustó", comentó la madre ya a la salida.
"REMINISCENCIAS DE VIEJA NORMALIDAD"
Reminiscencias de una verbena de 'vieja normalidad' que uno de los cantantes de Marbella, Fernando Bouza, agradeció visiblemente emocionado. "Gracias por estar con nosotros. Teníamos muchas ganas de veros disfrutar, ya echábamos de menos los aplausos", señaló Bouza que reconoció además que toda la agrupación estaba "muy nerviosa" y que mandó ánimos a un sector "muy tocado". "Sabeis que teneis a las mejores orquestas del mundo. Si nos dais tiempo, volveremos con más fuerza", explicó.
Víctor Rodríguez, responsable de Marbella, reconoció a Europa Press tras finalizar el evento que solo habían tenido dos ensayos, pero que estaba "muy satisfecho" con la prueba. "La verbena es viable, y hoy se ha demostrado. Entendemos que en esta nueva situación hay que adaptar los formatos, ya no es posible una fiesta como la entendíamos antes, pero estamos dispuestos. Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar", explicó el director de Gaiás Eventos.
"El sector está prácticamente cao ahora mismo, hay gente muy desesperada, arruinada. Y es por eso que espero que las pruebas piloto funcionen y se empiece a contratar ya este año. Hay comisiones que quieren esperar al verano que viene, pero eso es vivir en 'Matrix'. La realidad es otra: no puedes contratar el año que viene algo que, a este paso, no va a existir, y en algunos casos ya no existe, este año", criticó Rodríguez.
"Sería una catástrofe social y política dejar caer esto, que más allá de lo económico, es parte de nuestra cultura", lamentó Víctor Rodríguez, que aseguró además que, de celebrarse 10 pruebas piloto en Galicia, no habría 10 orquestas que participasen. "No hay una hoja de ruta ni una experiencia previa, tendremos que ir paso a paso; quiero ser optimista", declaraba tras confirmar que cuentan ya con 15 fechas cerradas para el mes de julio.
La alcaldesa de Marín también se refirió a la situación del sector y puso en valor el papel de las administraciones, "que debían de dar un paso adelante, dar ejemplo" y así impulsar a un sector, "que lleva un año y medio sin trabajar, para que vuelva a tener ese pulso que para Galicia es tan importante".
El delegado del Gobierno autonómico en Pontevedra, Luis López, que también quiso estar presente "en un día tan importante para Galicia", calificó la prueba de "punto de partida" para la puesta en marcha de unas actividades "clave" para "uno de los sectores que más ha sufrido durante la pandemia". López reivindicó además el servicio de salud gallego y el buen comportamiento de los ciudadanos, "sin lo que no se podría celebrar la prueba".
Si en algo coincidieron los presentes en la verbena fue en la importancia de actuar "con sentidiño". Y tal y como han apuntado desde el Ayuntamiento, y como destacaron organizadores y público, la responsabilidad fue "ejemplar". Más allá de algún incidente aislado que el personal de seguridad resolvió al momento --personas que salían de su parcela, o dos jóvenes que intentaron colarse sin entrada desplazando una valla--, el requisito imprescindible para que la verbena gallega se ponga en marcha, se cumplió. "Es un granito de arena, esperemos que el principio de todo", afirmó Víctor Rodríguez.