Esta semana, Santa, por cierto, los partidos políticos han presentado oficialmente las listas con las que concurrirán a las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo. Cada uno de ellos lo han hecho en formatos diferentes, con caras nuevas, reconvertidas y las de siempre. Nos llama la atención la presentación del PP, con una foto de familia en la que se veía al “nuevo” fichaje exprés Toni Cantó, el actor de éxito en la política por sus escenas de cambio de chaqueta rápido, como si de una representación teatral se tratara. Y es que el guaperas, examigo de Miguel Bosé en sus años jóvenes, ha encontrado en la política su escenario perfecto para interpretar cualquier papel que le interese.
Cantó, junto a Toni Comín, son los dos políticos “modernos” que más se han cambiado de partido sin tener en cuenta las ideologías. Los valores y principios los llevan en los bolsillos, lugar donde se guardan las esencias crematísticas morales. “Los valores morales se pierden sepultados por los económicos”, decía con buen acierto José Luis López Aranguren
La presencia de Toni Cantó en las listas del PP - nueve días después de su marcha de Ciudadanos por discrepancias con la línea de Inés Arrimadas- es todo un acto estudiado con minuciosidad. Llega después de su marcha precipitada de la Junta de Ciudadanos para aprovechar la presencia de los medios de comunicación, ofrecer declaraciones, y ser el centro de la noticia al afirmar que dejaba el partido, que no daría el salto al partido popular y que retomaría su carrera de acto. Pero, ¿la ha dejado alguna vez?.
Solo nueve días después el PP anunciaba su fichaje, y su carrera de actor se trasladaba ahora a los escenarios de la campaña electoral pepera, como número 5 en las listas de Isabel Ayuso. ¿Qué aporta Cantó a esa lista? Pues sencillamente dinamitar a su antiguo partido para satisfacer su ego personal y profesional , además de sumarse a la operación de acoso y derribo que lleva a cabo el fundador del partido naranja Albert Rivera. Este que aparecía desnudo en su primer cartel de campaña en Catalunya y que ahora sale en el papel cuché por su vida personal.
El guaperas actor valenciano Cantó es un personaje hábil, nadie duda que la traición es su mejor argumento en la obra de su vida. También que tiene problemas con las mujeres, es de todos sabido: en su vida personal y política. Sus diversas salidas de los partidos políticos siempre han sido al tener enfrente a una mujer. Primero fue con Rosa Diaz, máxima responsable de UPyD, donde en su primera etapa era el rey del mambo y hablaba maravillas de su jefa Diaz. Hasta que llegó el momento en que los resultados electorales no eran buenos y los elogios se convierten en críticas feroces y en liderar una rebelión para cargarse a su mentora. Ante el fracaso del golpe, se marchó del partido para recabar después en Ciudadanos. Todo iba de maravillas con su amigo Rivera, hasta que otra vez los resultados precipitaron la marcha del líder naranja. Llegó a la dirección del partido Inés Arrimadas y la historia se repite: primero halagos, jabón y cuando los votos bajos, hay crisis. De nuevo el actor se cambia de personaje, critica, lidera la rebelión y cuando se ve perdido, se marcha y su amigo Rivera le encuentra acomodo en el PP. Segunda jugada de Cantó.
Claro que se les escapa una cosa: es de nuevo, otra mujer, Isabel Ayuso es quien lidera el proyecto. ¿Hará también la jugada de cargársela? No hay ninguna duda de que lo va a intentar, pero en este punto ha encontrado la horma de su zapato y si lo hace, la respuesta será la misma que en los dos casos anteriores. Toni Cantó solo pierde con las mujeres por mucho que lo apoyen los hombres. ¿Será un machito hispano? No se pierdan la siguiente escena de cómo Cantó le hace la rosca a Ayuso. “Quien a ser traidor se inclina, tarde volverá en su acuerdo” decía Tirso de Molina.